lunes, 15 de octubre de 2007

autoestima

INTRODUCCIÓN


La autoestima es un elemento importante en el desarrollo interno del hombre, ya que a través de sus distintos factores que la componen determina como nos vemos y sentimos tanto a nosotros mismos, como también la imagen que proyectamos a las demás personas. No solo nos ayuda a ver que algo está mal con nosotros, sino que nos permite ver en qué estamos fallando y por ende corregir la falla, también nos ayuda a auto superarnos a nosotros mismos, porque el humano no tiene límites sino los impuestos por ellos mismos. La autoestima es utilizada en los colegios, en el trabajo, en nuestras casas etc. También permite a los trabajadores sentirse a gusto con su trabajo y así tener un mejor desempeño en el mismo.

Las personas que tal vez utilizan más la autoestima son los jefes de vendedores (de franquicias, locales comerciales entre muchos otros), ya que al sentirse a gusto con ellos mismos, el tener como objetivo vender un número "x" de cosas a un número "x" de personas en su día laboral los mantiene motivados y a no dejarse intimidar por fracasos u obstáculos que estén en determinado momento.

La auto estima debe de ser creada, mantenida y estructurada desde que somos niños hasta la adolescencia o hasta cuando tenemos una imagen firme sobre nosotros mismos. Con esto se le crea al niño desde muy pequeño el sentimiento de quererse a sí mismo antes de querer a los demás. La familia debe inculcarle al niño en su etapa más temprana de crecimiento todos los valores, creencias y principios. Es importante que los padres reconozcan los logros del niño para así contribuir a afianzar su personalidad.

Las personas con baja autoestima es decir, que tienen deteriorada la imagen sobre sí mismo o no poseen una imagen clara sobre sí mismo son poco o nada exitosas se autocrítican en exceso se atribuyen las fallas tanto como las suyas como la de los demás, piensan que son una carga para los demás, son inseguros de dar cualquier paso así sea un paso seguro al éxito dudan siempre de ellos y solo van a donde otros quieren que el vaya no tiene un norte fijado. Para ayudar a esta persona que tiene este nivel de autoestima es necesario que primero incentivarlo para que así tenga mayor seguridad sobre sí mismo, luego de la incentivación poco a poco esa persona comienza a crearse una auto imagen del tipo exitoso, del hombre invencible que sin importar que lo que pase en su vida él será exitoso. Después que el individuo se crea esa auto imagen comienza a subir en lo que respecta a la pirámide de la autoestima (se crea una auto evaluación, aceptación, auto respeto para finalmente llegar a la autoestima), hasta llegar al tope.

Por el contrario el individuo que tiene la autoestima alta es seguro de sí mismo toma su propias decisiones no se deja influir de otros en sus decisiones, da pasos cada vez hacia el éxito, no le importa equivocarse el solo lo admite y lo enmienda porque para él no existe error que no tenga su solución. Un hombre o mujer que tenga su autoestima en lo más alto que pueda, será siempre exitoso en lo que se desarrolle, no le tendrá miedo a los retos y se le podrá encomendar cualquier trabajo el cual realizará por encima de las expectativas de su superior.

AUTOESTIMA



¿Qué es la Autoestima?

La autoestima es el sentimiento valorativo de nuestro ser, de nuestra manera de ser, de quienes somos nosotros, del conjunto de rasgos corporales, mentales y espirituales que configuran nuestra personalidad. Esta se aprende, cambia y la podemos mejorar. Es a partir de los 5-6 años cuando empezamos a formarnos un concepto de cómo nos ven nuestros mayores (padres, maestros, compañeros, amigos, etc.) y las experiencias que vamos adquiriendo.

Según como se encuentre nuestra autoestima, ésta es responsable de muchos fracasos y éxitos, ya que una autoestima adecuada, vinculada a un concepto positivo de sí mismo, potenciará la capacidad de las personas para desarrollar sus habilidades y aumentará el nivel de seguridad personal, mientras que una autoestima baja enfocará a la persona hacia la derrota y el fracaso.

http://www.monografias.com/trabajos/antrofamilia/antrofamilia.shtml

La Familia

La autoestima, además es aprender a querernos y respetarnos, es algo que se construye o reconstruye por dentro. Esto depende, también, del ambiente familiar en el que estemos y los estímulos que éste nos brinda. En la violencia familiar las víctimas y los victimarios poseen muy baja autoestima, ya que por un lado, la víctima es alguien al que maltratan sin que ésta pueda poner límites y no se da cuenta de que está siendo abusada. Por otro lado, los victimarios compensan lo inferior que se sienten, maltratando y abusando, en este caso, de un familiar.

Muchas de las heridas emocionales que tiene una persona, producidas en su niñez pueden causarnos trastornos psicológicos emocionales y físicos (cáncer, úlceras, hipertensión, trastornos cardíacos y alimentarios, problemas en la piel, depresiones, etc.), produciendo dificultades en la vida de las mismas (conflictos serios en el trabajo, disminución de la energía y de la capacidad creativa, relaciones matrimoniales desastrosas, no poder hacer o conservar amigos, poco entendimiento con las hijas e hijos).

Existen padres, madres, docentes o cuidadores que humillan, desprecian, no prestan atención, se burlan o se ríen del niño niña cuando pide ayuda, siente dolor, tiene un pequeño accidente, necesita que lo defiendan, expresan miedo, piden compañía, se aferra buscando protección, tiene vergüenza, etc. Estas actitudes se completan con otras totalmente opuesta, demostrándole al niño que es "querido y bonito" creándole una gran confusión. Pero estas muestras de cariño son aparentes, adjudicándole un rótulo a su identidad, que trae como consecuencia un peso negativo en formación y en el desarrollo de sus capacidades.

En el momento en que la persona afectada es adulta, transmitirá la humillación o el maltrato a personas más pequeñas o vulnerables. Es una cadena hereditaria de abuso y poder, ya que el desprecio y la vergüenza vivida en la infancia son la fuente de los problemas que afectan en la vida adulta y los causantes de la baja autoestima. La principal imagen y más generalizada forma de violencia es el maltrato emocional. Hay muchas maneras pasa asustar a un niño y hacerlo sentir culpable e intimidado, sin recurrir a la violencia física. El niño o la niña se atormentan con pensamientos y sentimientos que no pueden comunicar ni compartir con nadie y aprenden a soportar el dolor en silencio.

La autoestima y la comunicación están muy relacionadas, porque según como se diga algo, el efecto será positivo o negativo, de aprendizaje o de resentimiento, que se transmite desde la infancia hacia el futuro. Por esta razón, se entiende que los padres y madres que dañan la autoestima de sus hijos no siempre lo hacen intencionalmente, ya que ellos fueron educados del mismo modo. Cuando los padres quieren que sus hijos reaccionen como ellos desean, suelen comportarse de maneras particulares. Estas maneras pueden ser:

Mártires: controlan al niño haciéndolo responsable de su sufrimiento y culpable por todo lo que pueda querer o hacer que no le caiga bien a estos mártires, a quienes nada les viene bien, y recurre a las quejas, los reproches, las lágrimas, las amenazas de que les va a dar una ataque, etc.


- Ves como me sacrifico por ti y no te importa.

- Dejé todo para criarte y me lo pagas haciendo eso.

- ¿En qué nos equivocamos que nos haces estas cosas?
Los dictadores: controlan al niño o la niña atemorizándolos cuando hacen algo no autorizado, son estrictos y amenazantes para que obedezcan y todo los enfurece. Condenado de manera inapelable al niño, con burlas, gritos, despliegue de poder y dominación.


- Como puedes ser tan estúpido(a), como no te das cuenta de las cosas.

- Te lo dije y ahora vas a ver lo que te pasa por no obedecer.

- Yo no tengo que darte explicaciones, lo haces porque te lo ordeno y punto.
A veces estos roles (mártir y dictador) se combinan, se alternan y agregan más confusión a los niños porque también van acompañados con demandas o manifestaciones de cariño. Y si un hijo llega a quejarse, a llorar o a reclamar por el trato que recibe puede volver a ser juzgado, culpado y descalificado. Según se hayan comunicado nuestros padres con nosotros así van a ser los ingredientes que se incorporen a nuestra personalidad, nuestra conducta, nuestra manera de juzgarnos y de relacionarlos con los demás. Esas voces quedan resonando dentro de nosotros toda la vida. Por eso hay que aprender a reconocerlas y anular su poder para que no nos sigan haciendo sufrir, para liberarnos de esos mandatos distorsionados y para no volver a repetírselos a nuestros hijos e hijas.

Ninguna forma de maltrato es educativa y ningún mensaje o comunicación que culpabiliza, critica, acusa, insulta o reprocha es un buen estímulo para nadie. Y menos en la infancia, cuando no hay posibilidades de defenderse, protegerse o entender que es la impotencia y el desconocimiento de otras formas de trato lo que lleva a los padres y madres a asumir ese papel de mártir o de dictador.

Cómo sanar la autoestima herida en la infancia


Para comenzar a ejercitase en desaprender lo negativo que nos inculcaron, y sanar a ese niño(a) que quedaron escondidos y heridos en nosotros, podemos ir reemplazando las viejas ideas que construimos por otras. Repetir estas afirmaciones con frecuencia es manera de comunicarnos con nosotros mismos, de ayudarnos a adquirir seguridad y tener presentes nuestros derechos:


Realizo mis elecciones y acciones con responsabilidad y sin temor.

Solo yo decido el modo como utilizo mi tiempo, pongo límites a quienes no respetan esto, hago acuerdos para combinar mi tiempo con el de otros sin someterme.

Me aplico a mi trabajo con responsabilidad pero, si algo no va bien, no es porque yo sea un fracaso sino que todavía tengo que aprender más.

Me hago responsable del modo cómo trato a los demás y evito repetir lo que a mí me hizo sufrir.

Tengo confianza en poder resolver lo mejor posible cualquier situación.

Aprendo a comunicar mis sentimientos y respeto los de otros.

Cambio mis opiniones sin temor si me doy cuenta que no eran correctas.

Soy una persona valiosa, capaz, creativa y estoy abierta para cambiar todos los aspectos de mi vida.
Si una persona tiende a valorarse de esta manera se trasforma en el guía de su propia vida y está protegida de sentir culpas irracionales, de creerse incapaz, mala o inútil, de tener que complacer para ser aceptada.

La Sociedad

La sociedad cumple una función muy importante para la persona, ya que a partir de la cultura de ésta, la familia adopta diferentes pautas o formas de vida que son transmitidos a sus miembros y determinan o ayudan a formar la personalidad de cada uno, teniendo a esta como modelo social. Las personas que tienen poca confianza de su capacidad dentro de la sociedad, tienden a buscar roles sometidos y evitan las situaciones que requieren asumir responsabilidades.

En nuestra sociedad el nivel de autoestima de una persona está en cierta medida, ligado a lo que hace para ganarse la vida. Por ejemplo: un hombre puede alcanzar una posición social elevada y tener, no obstante una baja autoestima. Puede tener conciencia de la importancia que tiene, pero aun así considerarse a sí mismo, un ser humano despreciable, indigno de respeto y del afecto de los demás. "Puede experimentar sentimientos crónicos de inferioridad porque no es bien parecido..." puede sentir que es físicamente débil o un cobarde, o puede considerarse condenado a causa de su identidad étnica.

Los criterios mediante los cuales, las personas, se evalúan a sí mismas son culturales. Algunos de estos criterios son: si eres gordo, flaco; lindo, feo; blanco, negro; rubio, moreno, o si tienes la capacidad para luchar, honestidad, capacidad para soportar el dolor, la astucia para ganar dinero, los modales, la capacidad para manipular a las demás personas, etc. Toda persona se ve a sí misma desde le punto de vista de los grupos en que participa y todo aquello que piensen de uno influirá positiva o negativamente en la personalidad o forma de pensar.

La Escuela

Es fundamental que los maestros o docentes en quienes los padres confíen, sean capaces de transmitir valores claros. Es muy importante que se les enseñe a los niños, el significado de esos valores. Los maestros deben conocer el ambiente y aceptarlo si quieren ayudar a los niños a que vean estos dentro del mismo. En todos los ambientes el niño tiene las mismas necesidades básicas de amor y seguridad, el derecho de ser una persona de valor y tener la oportunidad de triunfar.

Los educadores deben estar conscientes de los distintos ritmos de desarrollo de cada niño, para que el mismo se sienta cómodo con el propio y capacidad de desarrollo. También podemos decir que los maestros pueden favorecer u obstaculizar el proceso por el cual uno puede encontrarse a sí mismo. Su comprensión o la ausencia de la misma, pueden favorecer o hacer la personalidad que se desarrolla y está en vías de manifestarse. Es por esto que el educador tiene mucha responsabilidad en este tema tan importante o en esta cuestión del tiempo necesario para que uno se encuentre a sí mismo. También es necesario saber que la mente de cada niño está llena de imágenes. Estas imágenes son de tres dimensiones, en primer lugar, se relaciona con la imagen que tiene de sí mismo. Puede imaginarse a sí mismo como una persona que puede llegar a triunfar. Por el contrario, el niño puede tener la impresión de ser una persona de poco valor, con escasa capacidad y pocas posibilidades de lograr éxitos en algún área de su actividad.

El segundo grupo de imágenes se vincula con la opinión que el niño tiene de sí mismo en relación con otras personas. Puede considerar que sus valores, sus actitudes, su hogar, sus padres, el color de su piel o su religión, son la causa de que se lo mire con temor, desconfianza y disgusto, o que se lo trate con interés. La imagen que cada niño tiene de sí mismo se forma a través del reflejo de las opiniones de los demás.

El tercer juego de imágenes se vincula con la imagen de sí mismo, tal como desearía que fuera. Si la distancia entre estas dos imágenes, como se ve realmente y la imagen idealizada, no es grande, de modo que a medida que crece y madura pueda alcanzar la asimilación de estas dos imágenes, se puede decir que se acepta a sí mismo como persona. Por todo lo mencionado es muy importante que la escuela del niño ayude al mismo a descubrir y aprender a ser las personas que siempre quisieron ser, respetándole sus tiempos, sus conflictos y sus confusiones.

Dimensiones de la Autoestima

El orgullo, es el sentimiento de haber realizado algo bien. En la autoestima existe una valoración global acerca de sí mismo y del comportamiento de su yo. Hay dimensiones de la misma:


Dimensión física: La de sentirse atractivo

Dimensión Social: Sentimiento de sentirse aceptado y de pertenecer a un grupo, ya sea empresarial, de servicio, etc.

Dimensión Afectiva: Auto percepción de diferentes características de la personalidad

Dimensión Académica: Enfrentar con éxito los estudios, carreras y la autovaloración de las capacidades intelectuales, inteligente, creativo, constante.

Dimensión Ética: Es la autorrealización de los valores y normas.
El concepto de sí mismo como destino.

El concepto de que cada uno de nosotros tiene de sí mismo consiste en quién y qué pensamos que somos consciente y subconscientemente: nuestros rasgos físicos y psicológicos, nuestras cualidades y nuestros defectos y, por encima de todo, nuestra autoestima. La autoestima es el componente evaluativo del concepto de sí mismo.

Ese concepto modela nuestro destino; es decir que la visión más profunda que tenemos de nosotros mismos influye sobre todas nuestras elecciones y decisiones más significativas y, por ende, modela el tipo de vida que nos creamos.

Vivir conscientemente

Hay dos palabras que describen inmejorablemente lo que podemos hacer para aumentar nuestra autoestima, es decir, para generar más confianza en nosotros mismos y respetarnos más. Estas son: vivir conscientemente. El problema es que esta frase quizá resulte demasiado abstracta para algunas personas; no se traduce de manera auto evidente en una acción mental y/o física. Y si deseamos crecer, necesitamos saber qué hacer. Necesitamos aprender nuevas conductas. De modo que debemos preguntar: si tratáramos de vivir más conscientemente, ¿cómo y en qué aspectos actuaríamos de manera diferente?

La mente en nuestro medio de supervivencia fundamental. Todos nuestros logros específicamente humanos, son el reflejo de nuestra capacidad de pensar. Una vida llena de éxitos depende del uso adecuado de la inteligencia, es decir, adecuada a las tareas y objetivos que nos proponemos y a los desafíos con que nos enfrentamos. Este es el hecho biológico central de nuestra existencia.

Vivir conscientemente implica: respeto por los hechos de la realidad los hechos de nuestro mundo interior así como los del mundo exterior Vivir conscientemente es vivir responsablemente para con la realidad. Lo cual no significa que tenga que gustarnos lo que vemos, sino que debemos reconocer lo que es y lo que no es, y que los deseos o los miedos o los rechazos no alteren los hechos.

Aprender a aceptarse

Si la esencia de vivir conscientemente es el respeto por los hechos y la realidad, la auto aceptación es la prueba definitiva. Cuando los hechos que debemos afrontar tienen que ver con nosotros mismos, vivir conscientemente puede volverse muy difícil. Aquí es donde entra en juego el desafió de la auto aceptación. La auto-aceptación pide que enfoquemos nuestra experiencia con una actitud que vuelva irrelevantes los conceptos de aprobación o desaprobación: el deseo de ver, de saber, de conocer.

Ahora bien, aceptarnos a nosotros mismos no significa carecer del afán de cambiar, mejorar o evolucionar. Lo cierto es que la auto-aceptación es la condición previa del cambio. Si aceptamos lo que sentimos y lo que somos, en cualquier momento de nuestra existencia, podemos permitirnos ser plenamente conscientes de la naturaleza de nuestras elecciones y acciones, y nuestro desarrollo no se bloquea.

Vivir de un modo auténtico

Las mentiras más devastadoras para nuestra autoestima no son tanto las que decimos como las que vivimos. Vivimos en una mentira cuando desfiguramos la realidad de nuestra experiencia o la verdad de nuestro ser. Así, vivo una mentira cuando finjo un amor que no siento; cuando simulo una indiferencia que no siento; cuando me presento como más de lo que soy, o como menos de lo que soy; cuando digo que estoy irritado y lo cierto es que tengo miedo, cuando me muestro indefenso y lo cierto es que soy un manipulador; cuando niego y oculto mi entusiasmo por la vida; cuando finjo una ceguera que niega mi comprensión; cuando pretendo poseer una información que no tengo; cuando me río y en realidad necesito llorar; cuando paso un tiempo innecesario con gente que no me gusta; cuando me presento como la personificación de valores que no siento, ni poseo; cuando soy amable con todos menos con las personas que digo amar; cuando me adhiero falsamente a ciertas creencias para gozar de aceptación; cuando finjo modestia; cuando finjo arrogancia; cuando permito que mi silencio implique asentimiento con respecto a convicciones que no comparto; cuando digo que admiro a una clase de persona pero duermo siempre con otra. La buena autoestima exige coherencia, lo cual significa que el sí mismo interior y el sí mismo que se ofrece al mundo deben concordar.

La honestidad consiste en respetar la diferencia entre lo real y lo irreal, y no en buscar la adquisición de valores mediante el falseamiento de la realidad. ni la consecución de objetivos pretendiendo que la verdad es distinta de lo que es. Cuando intentamos vivir de una manera poco auténtica, siempre somos nuestra primera víctima, ya que, en definitiva, el fraude va dirigido contra nosotros mismos.

Minusvalía, agresividad, superrazonable, irrelevante.

El poder de la minusvalía

Tú sabes lo que es el poder… cualquiera que haya enfrentado el poder de "yo sólo quiero complacerte, querido" probablemente ha experimentado culpabilidad, lástima y menosprecio, estas personas no pueden hacer contacto afectuoso, parecen no desear un acercamiento y el solo trata de armonizar con su lado bueno.

Minusvalía

Nivel máximo interno

¡Debo mantener contento a todo el mundo para que asi todos me quieran!

Nivel inferior interno

El nadie me quiere

(Me duele el estomago)

El poder de la agresividad

Tal vez lo has experimentado enfrentando este poder sintiéndote atemorizado, a menudo inútil y resentido, algunas veces cruel

El miedo a la inutilidad y el resentimiento como compañeros no pueden hacer un contacto afectuoso. Las personas que se sienten temerosas no van a ir hacia la persona que la atemoriza. Necesitamos estar capacitado para criticar pero no tiene que hacerse esto hiriendo. La critica no es necesariamente placentera pare sí es humana y es esencial

Agresividad

Nivel máximo interno

¡A nadie le importo un comino. Si no sigo gritando, nadie hará nada!

Nivel inferior interno

Nadie me quiere

(Mi cuerpo esta tenso)

El poder del súper razonable

Cualquiera que enfrente este poder se puede sentir inferior y estúpido.

Al abrumar y golpear con muchas palabras de más, con interminables explicaciones detalladas y con referencias continuas a las fuentes exteriores, es fácil sentirse inferior, estúpido y aburrido. Las personas que se sienten así parecen querer evitar un acercamiento

Súper Razonable

Nivel máximo interno

¡Tengo que permitir que la gente sepa que soy muy lista. Lo único que cuenta son las ideal lógicas!

Nivel inferior interno

Nadie me quiere

(Mi cuerpo está seco…)

El poder de la irrelevancia

Esta clase de comunicación no parece relacionarse. Su poder se encuentra en su habilidad para perturbar y confundir. Siempre hace sentir a la otra persona desequilibrada y a la defensiva. Al principio podría se graciosa, pero tan pronto como se devánese tomo su lugar el miedo, el coraje y el rechazo.

Irrelevante

Nivel máximo interno

Voy a llamar la atención, no importan los extremos a los que llegar.

Nivel inferior interno

Nadie me quiere

(Mi cuerpo está desequilibrado…)

Importancia de la Autoestima.

El modo en que nos sentimos con respecto a nosotros mismos afecta virtualmente en forma decisiva todos los aspectos de nuestra experiencia, desde la manera en que funcionamos en el trabajo, el amor o el sexo, y las posibilidades que tenemos de progresar en la vida. Nuestras respuestas ante los acontecimientos dependen de quién y qué pensamos que somos. Los dramas de nuestra vida son los reflejos de la visión íntima que poseemos de nosotros mismos. Por lo tanto, la autoestima es la clave del éxito o del fracaso.

También es la clave para comprendernos y comprender a los demás. Aparte de los problemas de origen biológico, no se conoce una sola dificultad psicológica desde la angustia y la depresión, el miedo a la intimidad o al éxito, el abuso del alcohol o de las drogas, el bajo rendimiento en el estudio o en el trabajo, hasta los malos tratos a las mujeres o la violación de menores, las disyunciones sexuales o la inmadurez emocional, pasando por el suicidio o los crímenes violentos que no se atribuye a una estima deficiente. De todos los juicios a que nos sometemos, ninguno es tan importante como el nuestro propio. La autoestima positiva es el requisito fundamental para una vida plena.

Barreras de la Autoestima

La mayoría de las veces, nuestras deficiencias están "enganchadas" a ciertas experiencias tempranas (archivadas subjetivamente), que tienen relación como miembros de nuestra familia. Esto es lo que se llama barreras de la autoestima. Tales barreras, con frecuencia mantienen ciertas cargas emocionales muy perjudiciales. Me refiero a la culpa, al rencor, por lo que creemos que nos hicieron; miedo, miedo a ser nosotros mismos, a conseguir lo que nos proponemos, y a la dependencia emocional de personas, y a la dependencia de cosas con las que creemos sentirnos superiores o mejores; estados emocionales todos ellos, que bloquean nuestro potencial de autoestima, y nuestro desarrollo como seres humanos completos.

El miedo, la dependencia y la culpa, son las peores barreras con las que nos encontramos en nuestro camino de progreso, y tenemos que deshacerlas, desmontarlas, derribarlas. La responsabilidad es de cada uno de nosotros, ya no podemos seguir culpando a nada ni a nadie de lo que nos ocurre. Cualquier cosa que nos sucede en la vida, somos nosotros los únicos responsables. El miedo es un terrible enemigo que nos acecha, que nos impide actuar, que nos bloquea, ese enemigo que no es nada, tan solo miedo.

Pero, ¿miedo a qué?

Miedo al cambio, porque otro tipo de miedos reales o traumáticos tienen una solución mucho más concreta. El miedo al cambio, es mucho más traidor, dada su dificultad de identificarlo y derribarlo. Temor a perder el control de la situación, temor a no saber lo que va a ocurrir, temor a los retos, temor a no saber actuar correctamente, temor al fracaso, temor al éxito.

El miedo al éxito nos hace pensar que si cambiamos nos vamos a tener que enfrentar a situaciones nuevas, o a responsabilidades, o a tener que ser nosotros mismos. Es miedo a la acción, a la independencia, al compromiso. El miedo al éxito tiene en definitiva mucho que ver con la pereza, la negligencia, la parsimonia y la comodidad. La realidad de la vida está en lo más profundo de nosotros mismos, en un "lugar secreto" donde reside. "Las respuestas que hay en mi interior llegan a mi conciencia con facilidad" L. Hay

Auto-conocimiento: El Yo Biopsicosocial

Par poder desarrollar la autoestima, se seguirán ciertos pasos, a los que llamamos "la pirámide de la autoestima". El primero es el auto conocimiento, que se tratará en este tema, y así sucesivamente. (Ver anexos).

Auto conocimiento.

"Cuando aprendemos a conocernos en verdad vivimos" (Schüller).

El auto conocimiento es conocer las partes que componen al "yo". Cuáles son sus manifestaciones, necesidades y habilidades; los papeles que vive el individuo y a través de los cuales es; conocer por qué y cómo actúa y siente. Es imposible amar algo que no conozco. No puedo amarme y respetarme si no conozco los aspectos que me integran.

Conocerme significa percibirme completo: mi cuerpo, mis pensamientos y sentimientos, y mi capacidad de relacionarme con otros. Conocerme es descubrirme con capacidades, habilidades y virtudes, pero también con límites, defectos, errores. Conocerme es darme cuenta de que cambio, no siempre soy igual, soy alguien dinámico y cambiante como cambiante y dinámica es la vida. Es conocer las partes que componen el yo, cuáles son sus manifestaciones, necesidades, y habilidades; los papeles que vive el individuo y a través de los cuales es; conocer por qué y cómo actúa y siente. Al conocer todos sus elementos, que desde luego no funcionan por separado sino que se entrelazan para apoyarse uno al otro, el individuo logrará tener una personalidad fuerte y unificada; si una de estas partes funciona de manera deficiente, las otras se verán afectadas y su personalidad será débil y dividida, con sentimientos de ineficiencia y desvaloración.

Auto concepto

Es el concepto que tenemos de nosotros mismos. ¿De qué depende? En nuestro auto concepto intervienen varios componentes que están interrelacionados entre sí: la variación de uno, afecta a los otros (por ejemplo, si pienso que soy torpe, me siento mal, por tanto hago actividades negativas y no soluciono el problema).


Nivel cognitivo-intelectual: constituyen las ideas, opiniones, creencias, percepciones y el procesamiento de la información exterior.

Nivel emocional afectivo: es un juicio de valor sobre nuestras cualidades personales.

Nivel conductual: es la decisión de actuar, de llevar a la práctica un comportamiento consecuente.
Los factores que determinan el auto concepto:


La actitud o motivación: es la tendencia a reaccionar frente a una situación tras evaluarla positiva o negativa. Es la causa que impulsa a actuar, por tanto, será importante plantearse los por qués de nuestras acciones, para no dejarnos llevar simplemente por la inercia o la ansiedad.

El esquema corporal: supone la idea que tenemos de nuestro cuerpo a partir de las sensaciones y estímulos. Esta imagen está muy relacionada e influenciada por las relaciones sociales, las modas, complejos o sentimientos hacia nosotros mismos.

Las aptitudes: son las capacidades que posee una persona para realizar algo adecuadamente (inteligencia, razonamiento, habilidades, etc.).

Valoración externa: es la consideración o apreciación que hacen las demás personas sobre nosotros. Son los refuerzos sociales, halagos, contacto físico, expresiones gestuales, reconocimiento social, etc. "
Auto evaluación

"El sentirse devaluado e indeseable es en la mayoría de los casos la base de los problemas humanos" (C. Rogers).

Es la capacidad de evaluar como positivo o negativo aquello que sea positivo o negativo para mí, reflexionando al mismo tiempo sobre normas y valores de la sociedad. Poco a poco vamos a encontrar los puntos que van a guiar nuestra conducta, desarrollaremos nuestro propio juicio y aprenderemos a confiar en él, en lugar de basarnos solamente en lo que piensan las demás personas. Y es así, porque confío en mi propio juicio. La auto evaluación requiere estar consciente de sí mismo. El Dr. Elkins dice: "El darse cuenta de uno mismo es la llave para cambiar y crecer". Cada uno tiene que encontrar e ir haciendo su camino, el que lo lleve a ser una persona valiosa para sí misma y los demás. El "darse cuenta", según la teoría de la Gestalt, es prestar más atención a las propias vivencias para comprenderlas y así comprender la existencia; "darse cuenta" de lo que está pasando en ese momento a su alrededor, cómo y qué se percibe, qué siente y cómo queda consigo mismo con la decisión que está tomando. Todo aquello que fue grabado es susceptible de transformarse y cambiar si hay voluntad: "Somos los arquitectos de nuestro propio destino", "los escultores de nuestra más importante cultura".

Auto aceptación

"La actitud del individuo hacia sí mismo y el aprecio por su propio valer juega un papel de primer orden en el proceso creador" (M. Rodríguez).

La auto aceptación es admitir y reconocer todas las partes de sí mismo como un hecho, como la forma de ser y sentir, ya que sólo a través de la aceptación se puede transformar lo que es susceptible de ello. Sin auto aceptación la autoestima es imposible. Nos quedamos bloqueados en un hábito de conducta de autorrechazo, el crecimiento personal se ve reprimido y no podemos ser felices.

Aceptar, es experimentar la realidad de una manera completa, sin negarla ni evitarla. Es admitir y vivir como un hecho todas las partes que hay en mí. Aceptarme es ser capaz de sentir y decir: soy todas estas características; mi cuerpo, emociones, deseos, ideas, son partes de mí, independientemente de que algunas me gustarán y otras no. Fíjate: aceptarme no es necesariamente gustarme, sino reconocerme que soy como soy.

Auto respeto

"La autoestima es un silencioso respeto por uno mismo" (Dr. Elkins).

Auto respetarse es atender, hacer caso a las propias necesidades para satisfacerlas, vivir según nuestros propios valores, y expresar nuestros sentimientos y emociones, sin hacernos daño ni culparnos. Buscar y valorar todo aquello que lo haga a uno sentirse orgulloso de sí mismo. Si me respeto, estoy al tanto de lo que deseo y necesito para estar bien, pero no solo me doy cuenta: actúo para lograrlo.

Autoestima

"Solo podemos amar cuando nos hemos amado a nosotros mismos."

Quien se quiere a sí mismo se conoce y se acepta tal como es, conoce sus cualidades y sus limitaciones. Todas las personas valemos por nosotras mismas. No es necesario ser el o la mejor. Lo importante es hacer nuestro mejor esfuerzo y sentirnos satisfechos con nuestros logros. La autoestima es la síntesis de todos los pasos anteriores. La autoestima es el aprecio que tenemos por nosotros mismos, de nuestra forma de pensar, actuar y sentir. Ella nos permite reconocer nuestras capacidades y confiar en nosotros mismos. Nuestra persona con las propias virtudes, defectos, emociones, sentimientos, necesidades, etc., es el equipo que tenemos para vivir y así como somos debemos aceptarnos y querernos incondicionalmente, tomando en cuenta que hay cosas de nosotros que podemos modificar.

El YO integral

El ser biopsicososial es el yo integral, o sea la reunión de todas sus partes (la que se es y se tiene) que cargadas de energía salen o se manifiestan en las actuaciones.

El yo Físico, que es el que más claramente se ve, es el organismo; necesita atención y cuidado para poder desarrollar sus capacidades y convertirlas en habilidades.

El yo Psíquico, que es la parte interna, se divide en tres: lo emotivo, la mente y el espíritu.

La parte emotiva es la que lleva al hombre a conocerse; es a través de estados de ánimo, sentimientos y emociones, como se da cuenta que existe, y como decía un maestro "no es lo mismo tener un sentimiento en las manos que estar en las manos de un sentimiento"

La mente tiene todos los talentos; es necesario desarrollarlos y, más aún, estar conciente de ellos para poder manejarlos positivamente. Debe recordase esto a las personas que dicen con frecuencia: "así soy yo"; "me enojo cuando las cosa no salen como yo quiero". Esas personas están funcionando sólo la parte emotiva; no usan sus talentos de la mente y menos utilizan las capacidades del espíritu; viven reaccionando a las grabaciones que tienen automáticamente, sin ver que cada situación que se presenta en la vida tiene diversa soluciones y no ven más opciones; esta lleva a sentirse mal, frustradas; podría decirse que escogen el camino erróneo.

El espíritu es el elemento que busca el significado de la vida, es el "YO profundo", el núcleo de identidad, la parte más interna y dinámica. Se manifiesta a través de lo que se quiere lograr y como quiere lograrse

El yo social: puede expresarse a través de los papeles que vive el individuo como hermano, amigo, padre, madre, vecino, alumno, maestro, etc. Al relacionarse el hombre trasciende a través del yo social, pero no de la que él cree, sino de lo que en realidad es.

Necesidades básicas de crecimiento

Maslow dice que el darse cuenta de cómo se es real y profundamente, seria la llave para tener una personalidad sana, exitosa y creativa. La alta autoestima es prerrequisito para confiar en el propio organismo, la suficiente como para que éste sea el foco de su auto evaluación y la guía de su vida

La satisfacción de las necesidades básicas se obtiene en el corto plazo y del exterior, a medida que el hombre satisface una necesidad inmediatamente pasa a otra de sus necesidades básicas Maslow explica a través de una pirámide de cinco niveles las necesidades que según la jerarquía el individuo debe cumplir antes de llegar a lo mas alto que es la autorrealización. (Ver anexos)

Motivación

En los seres humanos, la motivación engloba tanto los impulsos conscientes como los inconscientes. Las teorías de la motivación, en psicología, establecen un nivel de motivación primario, que se refiere a la satisfacción de las necesidades elementales, como respirar, comer o beber, y un nivel secundario referido a las necesidades sociales, como el logro o el afecto. Se supone que el primer nivel debe estar satisfecho antes de plantearse los secundarios

Existen dos clases de motivación. La primera se basa en las propias necesidades básicas, primarias o deficitarias, que son las que sólo pueden ser satisfechas por los demás, es decir, desde fuera de la persona.

La segunda de las motivaciones, y en contraste con la primera, el individuo que se auto realiza es menos dependiente, menos espectador, más autónomo y autodirigido. Legos de necesitar a los demás para que le den, las necesita para darles; ésta dispuesto a dar y tiene espacial preferencia por la intimidad y la reflexión.

Autoestima Alta y Baja



Los distintos niveles de autoestima determinan nuestro comportamiento ante problemas u otro tipo de situaciones, desde hace un tiempo atrás se han venido perfeccionando pruebas que permiten medir la autoestima del individuo una de esas pruebas se encuentra en este trabajo. (Ver anexos)

Baja Autoestima

Todos tenemos en el interior sentimientos no resueltos, aunque no siempre seamos conscientes de estos. Los sentimientos ocultos de dolor suelen convertirse en enojo, y con el tiempo volvemos el enojo contra nosotros mismos, dando así lugar a la depresión. Estos sentimientos pueden asumir muchas formas: odiarnos a nosotros mismos, ataques de ansiedad, repentinos cambios de humor, culpas, reacciones exageradas, hipersensibilidad, encontrar el lado negativo en situaciones positivas o sentirse impotentes y autodestructivos. Cuando una persona no logra ser auténtica se le originan los mayores sufrimientos, tales como, enfermedades psicológicas, la depresión, las neurosis y ciertos rasgos que pueden no llegar a ser patológicos pero crean una serie de insatisfacciones y situaciones de dolor, como por ejemplo, timidez, vergüenza, temores, trastornos psicosomáticos.

La autoestima es importante porque es nuestra manera de percibirnos y valorarnos como así también moldea nuestras vidas. Una persona que no tiene confianza en sí misma, ni en sus propias posibilidades, puede que sea por experiencias que así se lo han hecho sentir o por mensajes de confirmación o desconfirmación que son trasmitidos por personas importantes en la vida de ésta, que la alientan o la denigran. Otra de las causas por las cuales las personas llegan a desvalorizarse, es por la comparación con los demás, destacando de éstos las virtudes en las que son superiores, por ejemplo: sienten que no llegan a los rendimientos que otros alcanzan; creen que su existencia no tiene una finalidad, un sentido y se sienten incapaces de otorgárselo; sus seres significativos los descalifican y la existencia se reduce a la de un ser casi sin ser. No llegan a comprender que todas las personas son diferentes, únicas e irrepetibles, por lo que se consideran menos que los demás.

Actitudes o Posturas habituales que indican Autoestima Baja


Autocrítica dura y excesiva que la mantiene en un estado de insatisfacción consigo misma.

Hipersensibilidad a la crítica, por la que se siente exageradamente atacada/o, herida/o; hecha la culpa de los fracasos a los demás o a la situación; cultiva resentimientos tercos contra sus críticos.

Indecisión crónica, no por falta de información, sino por miedo exagerado a equivocarse.

Deseo innecesario por complacer, por el que no se atreve a decir NO, por miedo a desagradar y a perder la buena opinión del peticionario.

Perfeccionismo, autoexigencia esclavizadora de hacer "perfectamente" todo lo que intenta, que conduce a un desmoronamiento interior cuando las cosas no salen con la perfección exigida.

Culpabilidad neurótica, por la que se acusa y se condena por conductas que no siempre son objetivamente malas, exagera la magnitud de sus errores y delitos y/o los lamenta indefinidamente, sin llegar nunca a perdonarse por completo.

Hostilidad flotante, irritabilidad a flor de piel, siempre a punto de estallar aún por cosas de poca importancia, propia del supercrítico a quién todo le sienta mal, todo le disgusta, todo le decepciona, nada le satisface.

Tendencias defensivas, un negativo generalizado todo lo ve negro: su vida, su futuro y, sobre todo, su sí mismo y una inapetencia generalizada del gozo de vivir y de la vida misma.
Autoestima alta



No se habla de una alta autoestima, sino del narcisismo o de una buena autoestima. El narcisismo es el amor excesivo hacia uno mismo o de algo hecho por uno mismo, por eso se dice que una persona es narcisista, cuando está enamorado de sí mismo, es decir de lo que piensa, de lo que hace, de cómo es, de cómo se viste, etc., pero no del propio ser, sino de la imagen del yo.

Alguien con una buena autoestima no necesita competir, no se compara, no envidia, no se justifica por todo lo que hace, no actúa como si "pidiera perdón por existir", no cree que está molestando o haciendo perder el tiempo a otros, se da cuenta de que los demás tienen sus propios problemas en lugar de echarse la culpa "por ocasionar molestias".

http://www.monografias.com/trabajos10/carso/carso.shtmlCaracterísticas de la autoestima positiva


Cree firmemente en ciertos valores y principios, está dispuesto a defenderlos aún cuando encuentre fuerte oposiciones colectivas, y se siente lo suficientemente seguro como para modificar esos valores y principios si nuevas experiencias indican que estaba equivocada.

Es capaz de obrar según crea más acertado, confiando en su propio juicio, y sin sentirme culpable cuando a otros le parece mal lo que ha hecho.

No emplea demasiado tiempo preocupándose por lo que ha ocurrido en el pasado, ni por lo que pueda ocurrir en el futuro.

Tiene confianza por su capacidad para resolver sus propios problemas, sin dejarse acobardar por los fracasos y dificultades que experimente.

Se considera y realmente se siente igual, como persona, a cualquier otra, aunque reconoce diferencias en talentos específicos, prestigio profesional o posición económica.

Da por supuesto que es una persona interesante y valiosa para otros, por lo menos para aquellos con quienes se asocia.

No se deja manipular por los demás, aunque está dispuesta a colaborar si le parece apropiado y conveniente.

Reconoce y acepta en sí mismo una variedad de sentimientos e inclinaciones tanto positivas como negativas y está dispuesta a revelarlas a otra persona si le parece que vale la pena.

Es capaz de disfrutar diversas actividades como trabajar, jugar, descansar, caminar, estar con amigos, etc.

Es sensible a las necesidades de los otros, respeta las normas de convivencia generalmente aceptadas, reconoce sinceramente que no tiene derecho a mejorar o divertirse a costa de los demás.
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Sentimiento de Inferioridad

El sentimiento de inferioridad es el resultado de muchas experiencias fallidas o frustrantes que la persona ha tenido a través de su vida, básicamente en su infancia, es una percepción subjetiva de sí mismo que lleva a las siguientes conductas:


Es hipersensible a la crítica: no acepta su debilidad, siente que la crítica prueba y expone su inferioridad y eso aumenta su malestar.

Sobre-alardea esto le da seguridad y piensa que esto elimina sus sentimientos de inferioridad.

Se manifiesta hipercrítico: como una defensa para desviar la atención de sus limitaciones, es agresivo y critica el esfuerzo de los demás para que estos se ocupen en defenderse y no vean en lo que falla; así crea una superioridad ilusoria.

Tiende a culpar: proyecta su debilidad o inferioridad culpando a otros por sus fallas; se siente bien haciendo que los otros se sientan mal.

Teme la competencia: aún estando ansioso por ganar, esta lejos de sentirse optimista; algunas veces se rehúsa a tomar parte en competencias.

Se siente perseguido: cree que no le agrada a alguna persona y que por ello la que ésta hace es para molestar o impedirle el éxito.

Se oculta: prefiere el anonimato, un sitio donde no sea mirado ni llamado.

Se auto recrimina: es una defensa ante sus vivencias de incapacidad; así se libera del esfuerzo y hace que los demás no le exijan.
Auto concepto-auto imagen

Es el conjunto de creencias que una persona tiene acerca de lo que es ella misma. Cada persona se forma, a lo largo de su vida, una serie de ideas o imágenes que llevan a creer que así, hay personas que creen firmemente en su capacidad para ganar dinero o para vencer en la vida y también, por desgracia, existen las que se han formado un auto concepto negativo, de manera que están convencida de su incapacidad para triunfar y progresar. Si una persona cree que no es apta para las matemáticas, aunque tenga cualidades para ellas, será inútil

El auto concepto limita en forma poderosa. Lo mismo sucede en forma contraria: si una persona cree y tiene fe en sus aptitudes para la música poco a poco desarrollará la habilidad para ella. Es necesario que revise sus limitaciones además del auto concepto negativo que ha fomentado en ella misma. Pareciera que esta persuadida de que "así es" y que es invariable; esto es lo que da un carácter de fijeza a la conducta. Lo mas dramático es que esta percepción del auto concepto origina conductas acorde con las características de éste y a su vez tales conductas lo reafirman.

El manejo del auto concepto y su variación influyen poderosamente en el cambio de conducta de una persona. Los ejemplos se pueden multiplicar en forma indefinida: una madre trata a su hijo como tonto y se lo repite con frecuencia, acaba por convertirlo en un verdadero tonto, aún cuando las potencialidades permanezcan en ese niño. En el momento en que cambia esa idea, poco a poco puede cambiar su conducta y su salud mental y física. No debe uno identificarse con un auto concepto que sea limitante y produzca malestar o sea negativo. No debe vivirse tratando de sostener una auto imagen, a no ser la que realmente es. Ello traerá estado de ansiedad, angustia depresión y hasta desesperación. Ninguna persona ha nacido para tapete ni para victima. Nadie ha nacida fracasado ni pecador sin esperanzas.

Imagen idealizada y neurosis

La baja autoestima hace distorsionar la auto imagen produciendo neurosis, pues consiste en reprimir ciertos aspectos de la personalidad y traer lo opuesto a flote, y por otro lado, poner distancia entre el ser real propio y el del otro. En no dejarse conocer íntimamente y no conocer en esta forma al otro. Esto quiere decir que el neurítico crea una imagen irreal de si mismo, lo que el quiere, debe o pudiera ser; su imagen está siempre fuere de la realidad y trata por todos los medios de hacer creer a la gente lo que él quisiera ser; hace alarde de la cualidades que no tiene o tiene solo en potencia, y es vulnerable porque no tiene la firma convicción de que son reales.

La imagen idealizada es un fenómeno inconsciente; el neurótico no se da cuenta de que se está idealizando, solo que se formula demanda muy altas, si considerar que estas demandas perfeccionistas no contienes ideales verdaderos, ni siquiera se los cuestiona, pero está orgulloso de ellos. La persona de esta imagen hace que exista una división interna: la que es la persona y no quiere que vean, y lo que no es pero desea que vean los demás, de ahí la lucha que lo sumerge en la neurosis. Está tan preocupado y ocupado en mantener su falsa imagen que vive en tensión, o bien cae en depresiones y conductas agresivas, ya que solo ésta pendiente de cumplir un papel que haga que los demás lo valoren. Su verdadero "YO" está tan devaluado que teme mostrarlo, dejando su auto concepto en manos de los demás.

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