sábado, 30 de agosto de 2008

Citas sobre Liderazgo

Sabiendo cómo funcionan las polaridades, el líder sabio no empuja para que las cosas ocurran, sino, permite que el proceso se despliegue por sí mismo.
El líder enseña más por el ejemplo, que predicando a los demás como deberían ser.
El líder sabe que las constantes intervenciones bloquean el proceso del grupo. El líder no insiste para que las cosas salgan de una manera determinada.
El líder sabio no busca ni mucho dinero ni mucha alabanza. Sin embargo, halla bastante de ambas.
El líder sabio no hace despliegues de santidad ni otorga títulos de buena conducta. Ello crearía un clima de éxitos y fracasos. Lo cual origina competencias y envidias.
Lo mismo ocurre al enfatizar el éxito material: aquellos que tienen mucho se ponen codiciosas, y aquellos que tienen poco se hacen ladrones
El líder sabio presta cuidadosa atención a toda conducta. Así el grupo se abre a más y más posibilidades de conducta. La gente aprende mucho cuando está abierta a todo y no sale a imaginar lo que agrada al maestro.
La ley natural es ciega, es la justicia imparcial. Las consecuencias de la propia conducta son ineludibles. Ser humano no es excusa.
El líder sabio no pretende proteger a la gente de sí misma.
La luz consciente brilla igual sobre lo agradable que sobre lo desagradable.
El silencio es una gran fuente de fuerza.
Considera al líder: el líder labora en cualquiera situación sin quejarse, con cualquiera persona o tema que se le presenta; el líder actúa de manera que todos se beneficien y sirve bien sin cuidarse del salario; el líder habla sencilla y honestamente e interviene para arrojar luz y crear armonía.
Un buen grupo es mejor que un grupo espectacular.
Cuando los líderes se convierten en superestrellas, el maestro apaga su enseñanza.
El líder sabio se instala a trabajar bien y luego dejo que otras ocupen el sitio.
El líder no arrebata éxitos porque no necesita de la fama,
Aprende a mandar como quien imparte un alimenta.
Aprende a mandar sin ser posesivo
Aprende a ayudar sin que se note
Aprende a mandar sin coercer.
En un grupo, los dramas interminables nublan la conciencia.
El exceso de ruido abruma los sentidos.
La continua información obscurece la genuina lucidez interior.
No sustituyas el aprendizaje por el sensacionalismo.
Otórgale tiempo a la reflexión silenciosa. Vuélvete hacia tu interior y digiere cuanto ha ocurrido. Permite que los sentidos descansen y se aquieten.
Si mides el éxito en términos de alabanza y crítica, tu ansiedad no conocerá límites.
Tener una buena reputación o llegar a ser reconocido por tu trabajo puede ser un obstáculo para tu mayor desarrollo.
La fama te pesará tanto como el atinado afecto que sientas por ti mismo.
¿Cuál, es el problema de la alabanza y la crítica?
Si el grupo aplaude algo que has hecho, y entonces te sientes bien, te preocuparás si no te aplauden con igual entusiasmo la próxima vez.
Si el grupo se pone crítico, si discute o se queja, te sentirás herido.
De una u otra manera, estás ansioso y dependiente.
¿Cómo puede una buena reputación ser un obstáculo?
Una buena reputación surge naturalmente de hacer bien un trabajo. Pero si te apegas a tu reputación, si tratas de preservarla, perderás la libertad y la honestidad necesarias para tu mayor desarrollo.
El líder sabio no interviene innecesariamente. Se siente la presencia del líder, pero a menudo el grupo avanza por su cuenta.
Los líderes más débiles hacen mucho, dicen mucho, tienen seguidores, y crean cultos.
Otros, peores aún, usan el miedo para estimular al grupo y la fuerza para vencer sus resistencias.
Los peores de todos los líderes tienen mala reputación.
Recuerda que tu deber es facilitar el proceso de otros. No el tuyo. No te entrometas. No controles. No impongas tus propias necesidades y convicciones a los demás.
Si no confías en el proceso de otro, el no confiará en ti.
Imagina que eres una partera; estás asistiendo el nacimiento del otro. Haz bien tu trabajo, sin presunciones ni teatralidades. Facilita el curso de la que está ocurriendo y no la que tú crees que debería estar ocurriendo. Si tienes que tomar la iniciativa, dirige la acción de manera que la madre reciba ayuda, pero sin que pierda su libertad y responsabilidad.
Al nacer el niño, la madre podrá exclamar con razón: Lo hicimos entre el niño y yo
No hay maestro que te pueda hacer feliz, próspero, saludable o poderoso. No hay reglas ni técnicas para inculcar estas cualidades.
Nuestra labor consiste en facilitar procesos y aclarar conflictos.
Cuando me desprendo de lo que soy, llego a ser lo que podría ser.
Cuando me desprendo de lo que tengo, reciba lo que necesito.
El líder sabio habla rara vez y poco.
Después de todo, no hay flujos naturales que sigan y sigan. Llueve y luego para. Truena y luego para
El líder enseña más con su ser, que con su hacer. La calidad dé su silencio tiene más contenido que los largas discursos.
Tratar con demasiado esfuerzo produce resultados inesperados:
El brillante líder carece de estabilidad.
Quién se apura no llega.
Quién trata de brillar no ilumina.
Líder que se promueve, líder inseguro.
Líder que se cree líder, líder impotente.
Líder que se muestra santo, líder que no es santo.
¿Quieres fama? La fama complicará tu vida y comprometerá la simplicidad de tu ir y venir.
¿Quieres dinero? El esfuerzo por adquirirlo te robará la vida.
El líder que ve claro, ilumina a los demás.
Un grupo bien llevado no es una batalla de egos. Por supuesto que habrá conflictos, pero estas energías se convierten en fuerzas creativas,
Dar una opinión, no arroja luz sobre lo que está ocurriendo. El deseo de tener la razón ciega a la gente.
El líder sabio sabe que es mucho más importante estar satisfecho con lo que está ocurriendo que enfadarse por lo que debería ocurrir y no ocurre,
El líder no impone al grupo su programa personal o su sistema de valores.
Si tu vida funciona, influenciarás a tu familia.
Si tu familia funciona, tu familia influenciará a la comunidad.
Si tu comunidad funciona, tu comunidad influenciará al país.
Si tu país funciona, tu país influenciará al mundo.
La palabrería confusa es un signo seguro del líder que no sabe qué está ocurriendo.
El líder no puede ser seducido por ofrecimientos ni amenazas. El dinero, el amor, la fama, perdidas o ganadas, no mueven al líder de su centro.
La integridad del líder no es idealista, sino que descansa en un conocimiento pragmático de cómo funcionen las cosas.
Tu labor consiste en facilitar e iluminar lo que está ocurriendo. Las interrupciones, por brillantes que sean, crean una dependencia del líder.
Mientras menos reglas, mejor. Las reglas disminuyen la libertad y la responsabilidad.
Imponer reglas es coercitivo y manipulativo, lo cual merma la espontaneidad y consume la energía del grupo.
El proceso del grupo se desarrolla naturalmente. Se regula a sí mismo.
Los esfuerzos por controlar un proceso casi siempre fallan. 0 detienen el proceso o lo hacen caótico.
Aprender a confiar en lo que está ocurriendo. Si hay silencio, déjala aumentar; algo surgirá. Si hay tormenta, déjala rugir, se calmará.
¿Está descontento el grupo? No podrás contentarlo. Y si pudieras, tu esfuerzo lo privarías de una lucha creativa.
Por ejemplo, facilitar la que ocurre es más potente que empujar por lo que tú quieres que ocurre.
Demostrar una conducta es más potente, que imponer una moralidad.
La posición imparcial es más potente que el prejuicio.
La lucidez estimula a la gente, pero el brillo excesivo la inhibe.
La conciencia, el estado de alerta, son pues, tu fuente de habilidad
Aprende a aumentar cada vez más tu conciencia

Habilidades comunicativas

Reflexiones en torno al desarrollo de habilidades comunicativas mediante la lectura oral
Resumen
La lengua es un valioso instrumento de comunicación y aprendizaje entre los seres humanos. Desde pequeños, en el ámbito de la familia y en el contacto social que los individuos desarrollan se inician saberes, la escuela también tiene su encargo social junto a los agentes de la comunidad y la familia y como objetivo del currículo siempre se halla propiciar el desarrollo lingüístico estructurado a lo largo de los años escolares, dotando al estudiantado de competencias, que los sitúan en diferentes niveles de desarrollo comunicativo, a partir de las macro-habilidades fundamentales de: hablar, escuchar, escribir y leer, entrenadas en los diferentes espacios comunicativos. Se particulariza en esta oportunidad, en la valiosa lectura oral, componente y técnica que empleará en el transcurso de toda la vida y que mediante las destrezas que alcance o no, dará muestras de la eficiencia comunicativa en los diferentes espacios en que haga uso de ella.
En las escuelas cubanas desde hace algunos años, con toda intencionalidad didáctica, se fomenta el enfoque comunicativo y desde diferentes niveles de la formación de los conceptos se potencian los componentes funcionales: la comprensión, el análisis y la construcción de textos de diversas naturalezas y estilos funcionales. Desde el punto de vista didáctico el profesor va jerarquizando en diferentes momentos uno y subordinando el resto indistintamente, en dependencia del objetivo que se esté desarrollando.
Este enfoque no solo es típico de las clases de Lengua sino que está presente en el actuar didáctico de todas las asignaturas, pues facilitan de forma integradora, el desarrollo de esas habilidades básicas para la adquisición de conocimiento de diferentes materias. No obstante, sí es contenido y medio en los momentos en que la lengua y la literatura se imparten, por lo que adentrarse en sus presupuestos teóricos y metodológicos debe constituir una meta profesional de todos los pedagogos en los diferentes grados y enseñanzas.
Cuando se prioriza el componente funcional de la comprensión, se profundiza en que se alcancen niveles superiores de lectura, entendiendo que leer es comprender, en la medida en que el receptor de un texto se convierta en lector u oyente, sea capaz de percibirlo fonológicamente y descubra el significado de las palabras y las relaciones que existen entre ellas, las redes y campos semánticos que se tejen y destejen, con el andar lector, devenido de la arquitectura textual con que lo ha construido el autor; y esto se logra a partir de la lectura. Es hacia ello, y en particular a la lectura oral, que se encauza este trabajo, pues es propósito reflexionar acerca de las posibilidades comunicativas que se alcanzan mediante el ejercicio de la lectura en alta voz.
Siempre que se realiza algo a los individuos los mueve un fin, un propósito, una aspiración, un objetivo. ¿Por qué enseñar? ¿Para qué aprenderlo? Son preguntas que muchos y muchas veces los docentes se formulan.
Carlos Álvarez de Zayas, en su libro Didáctica; La escuela en la vida, al referirse a los componentes del proceso docente-educativo considera como tales:
El aprendizaje, la enseñanza y la materia de estudio, sobre la cual trabajan los estudiantes y el profesor
No obstante, estudios más profundos lo llevaron a plantearse un componente esencial del proceso docente-educativo, considerado por él como el primero y relacionado con el objeto y objetivo. Es decir, el objeto es el portador del problema y el objetivo es la aspiración, lo que se pretende alcanzar en la formación de las nuevas y futuras generaciones:
El problema, este que se denomina encargo social y que consiste en preparar a los ciudadanos de esa sociedad (de su sociedad) tanto en sus pensamientos como sentimientos
Es por eso que más de una vez, han aparecido en entornos docentes interrogantes como:
Ø ¿Realizan una correcta lectura oral los alumnos?
Ø ¿Se les han ofrecido los instrumentos o las herramientas suficientes para una buena lectura oral?
Ø ¿Cómo aspiran los profesores que lean los educandos?
Ø ¿Se ha contribuido al desarrollo de habilidades lectoras?.
Enseñar es una manera excelente de aprender y los maestros en este ejercicio pedagógico tienen que ser ejemplo de disciplina y dedicación en el arte de leer en alta voz.
Para aprender, apreciar y comprender un texto, lo esencial es leer; pero si se quiere colocar de veras un libro en las manos de otros individuos que desean leer, el ejemplo personal, es indispensable y esto se puede lograr con una atractiva y buna técnica de la lectura oral.
Resulta cierto que la lectura es uno de los principales ejercicios en las escuelas; pero aún no es suficiente el tiempo que se le dedica a esta importante actividad y se activa más en las asignaturas relacionadas con la lengua y la literatura, pero se intensifica y estimula a sistematizar en todos los años y asignaturas, también se debe estimular de forma independiente y con la cooperación de la familia y tutores en el hogar, porque la lectura es un arte, y como tal tiene que ser enseñada a los demás. No hay nada insignificante o minúsculo en el gran asunto de la educación y la lectura en alta voz es uno de los elementos de la instrucción que durante toda la vida los individuos van a emplear y el utilizarlo bien les ofrecerá valiosas oportunidades y positivos resultados en los diversos escenarios.
Algunos muy buenos lectores, aquellos que leen con perfecta corrección, sin cometer cambios, adiciones, omisiones, con fluidez, en un tiempo moderado, preciso, casi conversacional y con la expresividad y entonación que el texto y el contexto en que se lee necesitan, es posible que lo hayan adquirido por herencia familiar o en la escuela. De cualquier manera los patrones a imitar deben existir, los buenos patrones están en escuelas, hogares, instituciones solo que hay que mantener la exigencia de tan digno acto en todo momento y circunstancia.
Cuando el niño aprende a leer, cuando ya puede hacerlo por sí solo, casi se ha formado una habilidad, que aún no está automatizada. Por tal razón, para que este logre alcanzar una lectura correcta, adecuada a su grado y edad, se debe propiciar el desarrollo del hábito de la lectura y en particular la lectura oral.
Leer bien un texto o una obra y representarla o dramatizarla, son cosas diferentes. El actor solo tendría que representar un papel; sin embargo, el lector los representa todos. “El actor es un solista que toca en una orquesta; el lector es toda la orquesta”.
El lector en alta voz, tendría que figurar cualquier edad, sexo, sentimiento y cambiar a cada momento de voz, de movimiento, de expresión y por supuesto, como la impresión que quiere lograr es de conjunto, debe dar a cada personaje todo su valor, la jerarquía que le corresponde, sin sacarlo de su categoría y contexto. En esencia, debe dar al que lo escucha un cuadro completo y acabado, que le permita adentrarse y comprender lo escuchado.
Por supuesto que es una tarea difícil enseñar a leer a otros, pero no es tan difícil si se le enseña cómo se lee. Es acertado pensar, que varios grupos de alumnos enseñados por maestros distintos adquirieron actitudes diferentes ante la lectura y su interpretación. Por eso, como aconsejara Camila Henríquez Ureña en: Invitación a la lectura:
Lo mejor es que el maestro se limite a sugerir caminos, modos y a dar a conocer al alumno los recursos literarios que emplean los diversos tipos de literatura y las técnicas que le permitieron acercarse a su interpretación; pero debe advertir siempre al alumno que al leer debe situarse como una personalidad, como un temperamento ante otro, y que nadie puede precisar de antemano el resultado de esa relación
El maestro tiene la misión de familiarizar o relacionar al alumno con las técnicas de la lectura según los diferentes tipos de textos. Mediante ellos, los alumnos aprenderán a ver la obra leída en función del mundo en que fue creada y podrán descubrir por sí mismos el sentido con que fue escrita por su autor. El maestro orientará al lector de manera tal, que le facilite o ayude a desarrollar su poder de reacción ante lo leído, y que este pueda crear sus propios mecanismos para leer y escudriñar críticamente lo leído, sin desesperarse y sin querer encontrar en el texto lo mismo que otros han hallado antes.
No se puede perder de vista la realidad y el contexto, en que fue escrita la obra, ni el sujeto que realiza la lectura, ni el autor que la creó. Por eso al desarrollar habilidades lectoras es importante y necesario tener en cuenta los conocimientos adquiridos por el lector y sobre todo, aquellos relacionados con el tema tratado en la lectura. No se debe olvidar que habilidad es el dominio de un conjunto de acciones psíquicas y prácticas que posibilitan la realización de una actividad partiendo de los conocimientos y hábitos que posee cada persona.
Es por ello, que la preparación para la lectura oral o en alta voz lejos de hacer perder tiempo a los alumnos, se lo hará ganar; porque esforzarse en leer bien una página es la manera más segura de comprenderla mejor y recordarla por más tiempo. Por eso es conveniente que en la escuela, la lectura que sea seleccionada, la lea primero el maestro y luego el alumno y que previamente haya sido leída por ambos en forma silenciosa o que se preparen previamente los buenos lectores como ejercicios modelos ante el alumnado o se parta de grabaciones que contengan música o vídeos, entre otras ideas creativas.
La parte técnica del arte de leer en voz alta se relaciona con la voz y la pronunciación, los sentidos y las palabras. La voz solo se emite, se ejecuta, por acción voluntaria; se habla cuando se desea hablar; se puede hacer en forma más o menos alta, más o menos rápida; se regula la voz como personal que es. Por consiguiente, la voz, es el principal instrumento del lector en alta voz y no se podría llegar a utilizar bien sin el concebido aprendizaje para ello. Por lo tanto, se puede aprender a leer, por ser la lectura susceptible de modificación, de cambios por la voluntad del lector.
Para llegar a ser un buen lector oral es indispensable conocer y emplear el tono bajo, medio y alto, cuando corresponda. Hay quien hasta ha perdido razones, por haber comenzado su defensa, a veces sin notarlo, en un tono muy alto. Igual sucede con la lectura. Ningún extremo es saludable; se requiere, por tanto, de una acertada combinación de tonos en el ejercicio de la voz y sobre todo el trabajo sistemático con ella. La práctica bien dosificada fortalece y estimula la voz débil, suaviza y colorea la dura y dulcifica la más áspera. La voz se tiene, no se crea; pero sí puede ser transformada, educada.
Sin embargo, para leer bien, se necesita respirar bien. Debemos facilitar el paso del aire por nuestros órganos respiratorios para que salga luego en forma de manantial mediante las cuerdas vocales. Hay que adquirir y almacenar aire (aspirar) y solo utilizar el necesario y en el momento preciso (espirar).
El buen lector aspira bastante y espira poco. El que no regula bien estas acciones, a cada instante se verá obligado a realizar aspiraciones ruidosas que entorpecen la lectura y molestan al que escucha. Por eso es recomendable una correcta postura al leer. En posición no adecuada se aspira mal y se espira peor.
Todo lo anterior se relaciona con la articulación y producción de los sonidos y las palabras. La adecuada articulación, proporciona energía, pasión por lo que se lee y puede llegar a sustituir cualquier flaqueza de la voz. El lector más admirable puede ver por un instante, débil, apagada o ronca su voz y una buena articulación puede salvarlo de situación.
Por eso es necesario que desde los primeros grados escolares se desempeñe un trabajo correctivo bien dirigido, se tracen estrategias que preparen al alumno para enfrentar mayores exigencias lectoras en relación, además, con la entonación y expresividad de lo leído. En la primera parte del proceso de la lectura, el alumno recibe las impresiones hasta el límite de sus capacidades de receptividad y comprensión, y en la segunda parte de este proceso es capaz de comparar, formarse juicios y hasta llegar a concretar una firme impresión acerca de lo leído.
No todos los alumnos llegarán a ser lectores críticos, profundos, que expresen sus descubrimientos o impresiones lectoras; pero sí se puede contribuir a la formación de lectores inteligentes, analíticos, que disfruten del arte de la lectura y del placer que significa la lectura oral. Muestra, de que con una adecuada lectura en alta voz, se puede lograr una buena comunicación con el auditorio y que además este pueda disfrutar y vibrar de emoción.
Si usted, estimado lector o profesional de la lectura, se ha estimulado a pensar y a reflexionar al respecto, las autoras se consideran un tanto satisfechas en la medida además que provoque tal efecto en sus círculos de amigos, en colectivos profesorales o en su alumnado y será un incondicional aliado en la búsqueda de vías y nuevos métodos para poner en práctica este tan antiquísimo ejercicio, con lo cual contribuirán a favorecer el desarrollo de buenos lectores en alta voz y en competentes hombres en el ejercicio de la lectura durante su vida.

Beneficios del buen humor

El humor enseña a las personas a ser menos arrogantes y por lo tanto, más humildes.
-El humor ayuda a relacionarse con los otros de manera más distendida y a alejarse de un excesivo individualismo.
-Reírnos de nosotros mismos evita el miedo al ridículo y nos adelantamos a que los demás se rían de nosotros. Es un remedio contra la timidez, actua como una vacuna: introduce en el cuerpo una pequeña dosis del virus que se quiere combatir.
-El humor ayuda a encontra soluciones a los problemas de la vida cotidiana.
"La gente no puede enfadarse con uno si se la hace reír"
-El humor favorece la adaptación al cambio.
-El sentido del humor se puede utilizar para suavizar la autocrítica. De esa manera se van redondeando los bordes del fracaso como esos cristales que aparecen en la arena de la playa.
-El humor resulta muy eficaz como respuesta ante una ofensa. El agresor, a no ser que pueda mantener los mismos recursos que el defensor, acaba sin argumentos para responder y tiene la sensación de estar haciendo el ridículo xD
George Bernand Shaw recibió una carta anónima que contenía tan sólo la palabra "Imbécil". El dramaturgo, sin inmutarse, exclamó: "He recibido muchas cartas sin firma, pero esta es la primera vez que recibo una firma sin carta".
-También el humor sirve para interrumpir el dolor emocional, para tomarse un respiro y pedir tiempo muerto a la tristeza o a la ansiedad. Es probable que, cuando acabe el humor su tarea, el malestar se haya suavizado.
"Mi risa es mi espada, y mi alegría, mi escudo" -Lutero-
-El humor puede ayudar a prevenir conflictos, actuando como colchón para recibir la invasión de las situaciones negativas.
-Un beneficio que ofrece el sentido del humor, de gran valor para la autorrrealización del ser humano, es el de favorecer el avance emocional al ir cerrando asuntos inconclusos de la biografía.
Hay episodios desagradables en la vida que requieren ser asumidos por quien los padece. Si no son aceptados, si se corre sobre ellos un tupido velo para evitarlos o disfrazarlos, estos aspectos inconclusos se llevarán arrastrando e impedirán el avance en el crecimiento personal. La visión humorística de estos procesos puede ayudar a archivar esa experiencia y a seguir adelante.

Reglas para una relación correcta

Comunicación-Sólida, no Superficial:
La comunicación es la llave a las relaciones correctas. Si las personas quieren evitar el seguir viviendo juntas y al mismo tiempo separadas, tienen que aprender que el diálogo es absolutamente esencial para una unión correcta. Ya que el estar geográficamente juntos no equivale a que haya unidad emocional, nuestra necesidad doble de amar y ser amados puede satisfacerse solamente hablando con franqueza en un profundo nivel de nuestro ser, el uno al otro.
La comunicación superficial no es suficiente. La autoexhibición del yo (la auto-revelación) que se requiere para que una persona en realidad conozca, respete y ame a la otra, no puede obtenerse por la clase de conversación que caracteriza la mayoría de las relaciones superficiales.
Una mujer dijo a su consejero:
- "Mi esposo no me oye con su corazón". Tampoco me habla con su corazón. Este estilo desinteresado de comunicación sólo sirve para separar a las parejas emocionalmente.
En la pared de una oficina de un consejero hay un letrero que dice:
- "Las personas se sienten solas porque hacen paredes, no puentes".
El levantar paredes será la garantía de una relación sin significado. El edificar puentes mutuamente será un poco difícil, pero promete la única esperanza de escape de la soledad y del aislamiento.
Samuel Shoemaker dijo:
- "No estamos solos ni solitarios porque no seamos amados; estamos tristes y solitarios porque no amamos". A veces la verdad nos hiere profundamente. Pero si se habla la verdad "en amor", se diseña solamente para ayudar, no para lastimar. Si podemos hacer esto, nos garantizaremos dos cosas:
- El contenido de nuestra comunicación será auténtica (verdad).
- Nuestra comunicación se dará en una circunstancia correcta (en amor).
Ambas son necesarias para asegurar un encuentro saludable. Comunicaciones Positivas, No Negativas:
Cuando las relaciones han sufrido mucho deterioro, hay la tendencia de que las personas se involucren en una comunicación negativa. Cuando esto pasa, el deterioro aumenta y la crisis se profundiza. La comunicación negativa solamente sirve para revelar lo peor de cada uno. Cada uno quiere decirle al otro exactamente lo que piensa y es una declaración que ninguno de los dos está en condiciones de hacer.
Se ha dicho que todos los argumentos tienen dos lados, pero algunos no tienen fin o extremos. También se ha dicho que en las discusiones se usan las palabras más fuertes para los argumentos más débiles. Es sorprendente la cantidad de faltas que encontramos en el otro, si nos acondicionamos para ver lo negativo.
Un hombre dijo de su esposa:
- "A mí ni siquiera me gusta el modo como ella se corta las uñas".Una mujer cuyo esposo continuamente la acosaba con negativas, le dijo a su consejero:

- "Si al menos se sonriera".
Con esto quería decir que la atmósfera en el hogar era tan oscura y sombría, que un sólo gesto de sonrisa en el rostro de su esposo sería como un hermoso amanecer después de una noche oscura.
Un hombre casado con una mujer regañona dijo:
- "Cuando voy llegando al hogar, me pregunto, "¿Por qué estoy regresando al hogar?" A muchas personas les da terror el estar en sus propios hogares por el clima tan negativo que hay allí.
Se ha contado la historia de un hombre quien se enlistó en el ejército sólo para estar lejos del constante regañar de su esposa. Aún cuando estaba del otro lado del océano, recibía cartas de ella, ¡regañándolo! Finalmente, él le escribió y le dijo:
- "Deja de regañarme, para que pueda gozar esta guerra en paz".
Cuando intentamos operar nuestros organismos con combustible malo, los efectos se sentirán individualmente en nuestras relaciones. Ningún individuo puede obtener un desarrollo máximo si envía o recibe un material negativo. Esto no significa que en nuestras relaciones nunca experimentaremos tensiones y conflictos, porque no hay relación que escape todos los vestigios de negativismo. S in embargo, esto es muy diferente de vivir continuamente en un ambiente plagado de negativismo.
No hay un sustituto para una comunicación positiva. El sabio dijo que una palabra hablada apropiadamente es como una "manzana de oro con figuras de plata". Hay un proverbio japonés que dice: "Una palabra de ternura puede calentar tres meses de invierno". ¡Cuán cierto! Necesitamos desesperadamente la afirmación de nuestro valor que solamente nuestros seres íntimos pueden darnos. Y cuando recibimos el don de una buena palabra apropiadamente hablada, nos satisface instantáneamente. Pero más aún nos satisface continuamente al recordar la palabra de ternura que se nos ha dicho.
Hablando Nuestras Sensaciones, no Actuándolas:
Algunas personas con frecuencia sustituyen la conducta de sentimientos por la declaración de los sentimientos. La conducta de los sentimientos es un sustituto pobre porque las acciones que resultan de los sentimientos que no se hablan, quizás no tengan ninguna conexión reconocible con los sentimientos mismos. Por ejemplo, una esposa quizás se ponga muy disgustada con su esposo por sus fallas en hacer cualquier tarea como ella quiere que él la haga. Esta falla le traerá desilusión, pero en lugar de decirle lo que siente, ella quizás "actúe" sus sentimientos negativos siendo fría y silenciosa. Su esposo notará que hay algo malo, pero no sabrá qué es.
Como un cliente dijo:
- "Mi problema es que no sé cuál es mi problema". Esto hace el asunto muy difícil, si no imposible de tratarlo, porque el problema no se puede localizar.
El esposo, sabiendo que algo anda mal, bien puede preguntar:
- "¿Qué es lo que pasa?" y si ella no ha aprendido a expresar lo que siente, puede contestar "nada" (con su rostro viendo a otro lado y su nariz respingada). Cualquier esposo sabe que tal "nada" quiere decir algo.
Debemos aprender a tratar pronto y apropiadamente con nuestros sentimientos, ya que al hacerlo aclararemos la situación para que el problema se pueda ver en su perspectiva adecuada.
Relacionando, no Reaccionando ni Retirándose:
Puede volverse muy difícil el relacionarse con personas en forma que tenga algún sentido o satisfacción. Es más fácil elreaccionar hacia ellos o el retirarse de ellos.
Cuando las personas reaccionan una a la otra, es una indicación de que han aprendido a entenderse mutuamente. Schopenhauer contó una fábula de dos puercos espín que ilustra el estilo reaccionario que algunas personas han adoptado. Dijo que dos puercos espín estaban con mucho frío a la intemperie, pero que, cuando querían acurrucarse para calentarse, con sus espinas dolorosamente se picaban el uno al otro. Cuando se retiraban para huir del dolor, sentían el frío una vez más.
Muchas personas casadas pueden identificarse con Schopenhauer y su cuento de los puercos espín. Conocen el dolor del aislamiento; y también saben el dolor que se produce con la proximidad. Así que se pasan toda su vida en un proceso de tener frío, herirse con las espinas y tener frío por la inhabilidad de relacionarse correctamente la una con la otra.
Cuando las personas reaccionan una con la otra, dejan de distinguir entre la guerra y el campo de batalla. Los campos de batalla en los que las personas pelean sus guerras son aparentemente ilimitados, pero las razones de la guerra son generalmente limitadas. Tenemos que aprender el porqué de la guerra, no sea que uno de sus campos de batalla deje muertos a los dos que en verdad no querían pelear.
Un hombre hizo esta observación:
- "El matrimonio puede ser hecho en el cielo, pero también los truenos y los relámpagos".
¡Qué revelación de su propio matrimonio!
Vance Havner nos recuerda que algunos pleitos se pierden aunque se ganen. El dijo:
- "Un perro buldog puede darle una golpiza a un zorrillo, pero no vale la pena".
El reaccionar en lugar de relacionarse, hace mal tanto al individuo como a la relación de la cual es parte.
Otro sustituto inferior que ofrecemos en vez de relacionarnos es el de retirarnos el uno del otro. El retirarse se usa aquí en el sentido emocional no geográfico de la palabra. El retirarse de la otra persona porque hay problemas en su relación se basa en la falacia de que corriendo de sus problemas, ellos se resolverán. No solamente no sucede esto, sino que el problema tiende a agrandarse porque no se ha obtenido su solución. Algunos, inocentemente creen que la ausencia de pelea quiere decir que hay paz.
Un hombre rico le confesó a su consejero que había comprado un negocio subsidiario en otro estado por $250,000 para tener una excusa legítima para estar lejos de su esposa una gran parte del tiempo. No necesitaba el dinero de ese otro negocio; sólo necesitaba un descanso de sus muchos problemas. Falló al no darse cuenta de que al correr de sus problemas sólo lograría que se profundizaran más.
Para formar relaciones significativas debemos persistir (trabajar duro) para mantener la unidad en un vínculo de paz. Y esto no puede hacerse si las personas corren de sus problemas. Por el contrario, tienen que estar dispuestas a acercarse a sus problemas y la una a la otra.
Atacando los Problemas, no a la Persona:
Es más fácil el atacarse el uno al otro que atacar los problemas. Pero la conducta de desquitarnos, o atacar a la otra persona nos garantiza dos cosas:
- Los problemas se agrandan.
- Las personas se hacen más pequeñas, así que hay menos recursos para tratar con los problemas.
Es cierto que a veces se suscitan problemas entre dos personas. El error que hay que evitar es el de pasar por encima el problema y atacar a la otra persona. Y con tan inapropiado estilo de relacionarse, se garantizará la mayor profundidad del conflicto. El atacarse el uno al otro sólo sirve para causar una imagen falsa del problema al desviar la atención hacia el que se cree que es el causante del problema y así, alejarse del mismo problema.
En nuestras relaciones íntimas, fallamos al enfocar el problema, y hacemos que la otra persona sea el blanco. Las energías psíquicas necesarias para tratar nuestras diferencias son mal dirigidas hacia maniobras defensivas para evitar el ser lastimados. Cuando hemos sido atacados, no tenemos la disposición ni los medios para comprometernos en aventuras constructivas.
Enfrentando el Conflicto con Franqueza, y no Indirectamente:
Algunas personas tienen gran dificultad en admitir que tienen alguna dificultad en sus relaciones. Esta indisposición o incapacidad (cualquiera que sea) tiende a complicar las tensiones. Cuando el conflicto llega, las personas con frecuencia dan cualquiera de dos desafortunadas respuestas. Por un lado, pueden admitir el conflicto y apartarse por causa del conflicto. Por el otro lado, pudieran negar la existencia del conflicto porque psicológica es una amenaza.
El problema no es que las personas tengan conflictos. La cuestión es cómo manejar los conflictos que resultan. Cuando no confrontamos el conflicto con franqueza, se le tiene que tratar indirectamente. Esto es, el conflicto estará presente en forma de un temperamento fuerte, palabras hirientes, conducta guiada por los sentimientos, silencio, negativismo y muchas otras manifestaciones inapropiadas. Cuando esto sucede, no podemos tratar con el conflicto mismo sino con las manifestaciones de actitud y de conducta que ello implica. Así, la posibilidad de hallar la solución satisfactoria de la dificultad será remota.
Perdonando, no Juzgando:
Desafortunadamente, con frecuencia hemos limitado el alcance de este maravilloso concepto. El juicio o crítica no tiene lugar en nuestra vida.
Como dijo Samuel Shoemaker:
- "El juicio congela; el amor derrite".
La forma más rápida para que una relación se infecte es que la crítica le sea inyectada. El veneno de la crítica hace pronto su trabajo, amenazando la vida misma de la relación.
Alguien ha dicho:
- "Cuando confieso las faltas de otros, declaro guerra. Cuando confieso mis faltas, hago paz".
Millones de relaciones podrían cambiar de la noche a la mañana sí el juicio cesara y el perdón empezara. El juicio es un asalto del carácter de otro. Es evaluar el valor de uno basándose en la percepción del otro. Es medir un motivo por un conocimiento limitado e inadecuado. No podemos saber el intento en el corazón de la otra persona. Y tampoco podemos correctamente tasar el significado de la conducta de otro. . El perdón busca remendar las relaciones rotas.
Busca ver a la persona como una persona de un valor infinito. Este es el secreto de la armonía para vivir en amor con los demás.

El proceso creador,

El Proceso Creador
a la Luz de la Neurociencia
Miguel Martínez Miguélez.
l. Orientación Introductoria
Hace poco más de un año, el Congreso Norteamericano emitió una Resolución por medio de la cual designó la década del 90 como "década del cerebro", y destinó más de 500 millones de dólares para el estudio de la Neurociencia durante ese año.
Las expectativas que se han formado sobre los estudios de la maquinaria neuronal son ilimitadas. Como en otro tiempo se estudiaron las aves para fabricar máquinas volantes y los peces para hacer submarinos, ahora se trata de arrancarle los secretos a la dinámica cerebral para sustituir al hombre por máquinas pensantes que lo imiten y, si es posible, lo superen en el nivel de eficacia de las decisiones a tomar.
No podemos formarnos una idea exacta del futuro promisor que pueden tener los estudios de la Neurociencia. Quizá, no mucho más precisa de la que se podrían haber formado los cavernícolas sobre nuestra civilización actual.
En esta conferencia, nos preguntamos hasta qué punto los estudios actuales sobre Neurociencia iluminan el proceso creador. Es decir, qué aportes nos ofrecen la neurofisiología, la neuroquímica, la neurocirugía, la neurofarmacología y la neuropsicología en la comprensión del origen, dinámica y éxito del pensamiento divergente, innovador y enriquecedor. En una palabra, nos preguntamos qué relación directa existe entre la experiencia interna subjetiva, que es nuestra realidad primaria, y el cerebro como sede de la misma.
Las neurociencias señaladas abundan en datos semi-empíricos que corren el riesgo de ser poco explotados si no son ubicados en sus contextos específicos, si no se relaciona y armoniza la estructura de estos hallazgos con la estructura y funcionamiento del cerebro y si no se le hace avanzar de su estado actual de datos primarios con una organización estructural y sistémica, es decir, a través de un proceso de teorización que los integre y le dé pleno sentido. En fin de cuentas, como solía decir Einstein, la ciencia consiste en crear teorías.
Por otra parte, el principo rector que nos guiará en el ordenamiento y en la expresión de estas ideas será el principio de economía de estructuras, principio de una validez incuestionable en la naturaleza humana, y que pudiéramos concretar más precisamente de la manera siguiente: a cada estructura específica del cerebro corresponde una función, y esta función será tanto más acabada y perfecta cuanto más siga y respete la estructura en que se apoya.
2. Complejidad estructural y funcional.
Los datos que especifican la naturaleza constitutiva del cerebro humano son todos muy sorprendentes, aparentemente increíbles y casi imposibles de imaginar. Veamos sólo algunos de ellos:
- El cerebro tiene sólo el 2% del peso del cuerpo, pero consume el 20% de su energía.
- Está compuesto por unos 10 a 15 mil millones de neuronas, cada una de las cuales se interconecta con otras por un número de sinapsis que va de varios centenares a más de 20.000, formando una red estructural que es unas 100 veces más compleja que la red telefónica mundial.
- Sin embargo, el tiempo de activación entre dos sinapsis es inferior a un milisegundo (Eccles, 1973).
- Una estimación modesta de la frecuencia de impulsos entre los dos hemisferios supera los 4000 millones por segundo, 4000 Megahertz (MHz), (Eccles,1980, p. 366), cuando las computadoras más sofisticadas se acercan ahora a los 80 ó 100 MHz.
- De esta manera, la velocidad de procesamiento de información del sistema nervioso no consciente supera toda posible imaginación humana, siendo de uno a diez millones de bits (unidades de información) por segundo (Hainer, 1968), lo cual equivale a unas 300 páginas de lenguaje de un libro normal.
- Toda experiencia sensorial, consciente o inconsciente, queda registrada en el aparato neuronal y podrá ser evocada posteriormente, si se dan ciertas condiciones propicias; y algo parecido sucede con nuestro conocimiento hereditario inconsciente que constituye una base de potencialidad aun mucho mayor (Popper, 1980, p.136-7).
- Parece ser que el cerebro, al igual que algunos sentidos como la vista y el oído, utilizan los principios holográficos para almacenamiento de información, de modo que, registrando únicamente la pauta de difracción de un evento, conserva la información de la totalidad y el aprendizaje se reduce a la organización jerárquica de estructuras de estructuras. Esto indicaría que el cerebro sigue el sabio concepto de no poner en la cabeza nada que pueda ubicarse en una estantería.
- Igualmente, la vastedad y los recursos de la mente son tan grandes que el hombre puede elegir, en un instante dado, cada una de las 1040 sentencias diferentes de que dispone una lengua culta (Polanyi, 1969, p. 151).
Estos y otros datos similares nos llevan a concluir que el cerebro humano es la realidad más compleja del universo que habitamos.
Siguiendo el principio de economía antes citado, nos podemos preguntar qué sentido o significado tiene, o qué función desempeña, esta asombrosa capacidad del cerebro humano que reside en su ilimitada posibilidad de memoria y en su inimaginable velocidad de procesar información. Nuestra respuesta es que esa dotación gigantesca está ahí, esperando que se den las condiciones apropiadas para entrar en acción.
3. Areas comprometidas y áreas disponibles
Szentágothai (1975), basándose en extensos estudios microestructurales, ha desarrolado la idea según la cual, tanto en la estructura como en la función de todas las áreas de la corteza cerebral, la columna, módulo o engrama, constituye la unidad básica, está dispuesta verticalmente respecto a la superficie, se compone de unas 10.000 neuronas de diferentes tipos, especialmente excitadoras e inhibidoras, y toda la maquinaria neuronal de la corteza cerebral humana posee de uno a dos millones de módulos o engramas.
Se prodrían comparar los módulos a los microcircuitos integrados de la electrónica actual, aunque, siendo mucho más complejos, tienen un sistema propio de generar energía interna, asegurando la delimitación del entorno mediante su acción inhibidora sobre los módulos adyacentes, de modo que cada módulo puede actuar sobre cientos de otros, recibiendo a su vez la acción de ellos. Cada módulo se puede también comparar a una estación de radio transmisora hacia la mente y receptora de ella (Eccles, 1980, p. 538), con una disposición funcional de excitación e inhibición en retroalimentación y proalimentación. El cerebro es un sistema abierto de sistemas abiertos cuya operación en conjunto es inmensamente compleja y está más allá de todo lo imaginable.
Penfield (1966) llama áreas comprometidas a aquellas áreas del córtex que desempeñan funciones específicas; así, las áreas sensoriales y motoras están comprometidas desde el nacimiento con esas funciones, mientras que las áreas dedicadas a los procesos mentales superiores son áreas no comprometidas, en el sentido de que no tienen localización espacial concreta, y su función no está determinada genéticamente. Penfield hace ver que mientras la mayor parte de la corteza cerebral de los animales está comprometida con las funciones sensoriales y motoras, en el hombre sucede lo contrario: la mayor parte de su cerebro no está comprometida, sino que está disponible para la realización de un futuro no programado.
Entre las muchas realidades importantes en el funcionamiento del cerebro, hay un hecho sumamente relevante que conviene subrayar: las vías de los órganos receptores que van al cerebro nunca son directas, sino que siempre hay conexiones sinápticas de una neurona a otra en las estaciones de relé. Una neurona sólo lleva el "mensaje" de un extremo al otro de su axón. Por lo tanto, cada uno de estos estadios da cierta oportunidad de modificar la codificación del "mensaje" procedente de los receptores sensoriales. Esta situación llevó a Mountcastle (1975) a afirmar:
"Todos creemos vivir directamente inmersos en el mundo que nos rodea, sentir sus objetos y acontecimientos con precision y vivir en el mundo real y ordinario. Afirmo que todo eso no es más que una ilusión perceptiva, dado que todos nosotros nos enfrentamos al mundo desde un cerebro que se halla conectado con lo que está 'ahí fuera' a través de unos cuantos millones de frágiles fibras nerviosas sensoriales. Esos son nuestros únicos canales de información, nuestras líneas vitales con la realidad. Estas fibras nerviosas sensoriales no son registradores de alta fidelidad, dado que acentúan ciertas características del estímulo, mientras que desprecian otras. La neurona central es un contador de historias, por lo que respecta a las fibras nerviosas aferentes, y nunca resulta completamente fiable, permitiendo distorsiones de cualidad y de medida en una relación espacial forzada aunque isomórfica entre 'fuera' y 'dentro'. La sensación es una abstracción, no una réplica, del mundo real".
4. Complementariedad de las estructuras cerebrales.
En 1981 le fue otorgado a Roger Sperry, del Instituto Tecnológico de California, el Premio Nóbel por sus investigaciones y hallazgos en el campo de la neurociencia. Sperry, entre otras cosas, ha dicho: "Cada uno de los dos hemisferios cerebrales parece tener sus propias sensaciones, percepciones, pensamientos, sensibilidad y memoria". Y, al especificar las funciones propias de cada uno, viene a precisar, integrar y, en ciertos aspectos, a completar hallazgos de muchos otros investigadores, de extraordinarias implicaciones para la comprensión del proceso creador.
El hemisferio izquierdo, que es consciente, realiza todas las funciones que requieren un pensamiento analítico, elementalista y atomista; su modo de operar es lineal, sucesivo y secuencial en el tiempo, en el sentido de que va paso a paso; recibe la información dato a dato, la procesa en forma lógica, discursiva, causal y sistemática y razona verbal y matemáticamente, al estilo de una computadora donde toda "decisión" depende de la anterior; su modo de pensar le permite conocer una parte a la vez, no todas ni el todo; es predominantemente simbólico, abstracto y proposicional en su función, poseyendo una especialización y control casi completo de la expresión del habla, la escritura, la aritmética y el cálculo, con las capacidades verbales e ideativas, semánticas, sintácticas, lógicas y numéricas (Martínez, 1987).
El hemisferio derecho, en cambio, que es siempre inconsciente, desarrolla todas las funciones que requieren un pensamiento o una visión intelectual sintética y simultánea de muchas cosas a la vez. Por ello, este hemisferio está dotado de un pensamiento intuitivo que es capaz de percepciones estructurales, sincréticas, geométricas, configuracionales o gestálticas, y puede comparar esquemas en forma no verbal, analógica, metafórica, alegórica e integral. Su manera de operar se debe, por consiguiente, a su capacidad de aprenhensión estereognósica del todo, a su estilo de proceder en forma holista, compleja, no lineal, tácita, simultánea y acausal. Esto le permite orientarse en el espacio y lo habilita para el pensamiento y apreciación de formas espaciales, el reconocimiento de rostros, formas visuales e imágenes táctiles, la comprensión pictórica, la de estructuras musicales y, en general, de todo lo que requiere un pensamiento visual, imaginación o está ligado a la apreciación artística (ibídem).
La velocidad de trabajo y procesamiento de información de ambos hemisferios es totalmente diferente: mientras el sistema nervioso racional consciente (hemisferio izquierdo) procesa apenas unos 40 bits (unidades de información) por segundo, la plena capacidad de todo el sistema nervisoso inconsciente (asentado, en su mayor parte, en el hemisferio derecho, el cerebelo y el sistema límbico) alcanza -como ya señalamos- de uno a diez millones de bits por segundo (Hainer, 1968).
Es conveniente advertir que, de acuerdo a algunos investigadores, el 44% de las personas zurdas lateralizan algunas de estas funciones en sentido contrario al usual (Restak, 1979, p. 193), y que igualmente harían los japoneses debido a la estructura de su lengua, en que dominan las vocales, sin embargo, al ser educados en Occidente siguirían la pauta occidental (Tsunoda, 1985).
John Eccles (1980), Premio Nóbel por sus descubrimientos sobre transmisión neurológica, estima que el cuerpo calloso está compuesto por unos 200 millones de fibras nerviosas que cruzan por él de un hemisferio a otro, conectando casi todas las áreas corticales de un hemisferio con las áreas simétricas del otro, y que, teniendo una frecuencia de unos 20 ciclos cada una, transportan una cantidad tan fantástica de tráfico de impulsos en ambas direcciones que supera los 4000 millones por segundo, 4000 Megahertz. Este tráfico inmenso, que conserva los dos hemisferios trabajando juntos, sugiere por sí mismo que su integración es una función compleja y de gran trascendencia en el desempeño del cerebro. La sutileza y la inmensa complejidad de los engramas espaciotemporales que así se forman, constituyen lo que Sherrington llamaba "la trama encantada" y -según Eccles (1975)- se hallan muy por encima de los niveles de investigación logrados por la física y la fisiología de nuestros días.
Aunque la actividad del hemisferio derecho es totalmente inconsciente debido a su alta velocidad, tiene, no obstante, una especie de reverberación en el izquierdo. De este modo, la mente consciente, que actúa sólo sobre este hemisferio, puede, sin embargo, tener un acceso indirecto prácticamente a toda la información que le interesa, en un momento dado, del hemisferio derecho. Por esta razón, ambos hemisferios tienen una estructura y desarrollan actividades especializadas, pero que se complementan; en efecto, muchas funciones de codificación, almacenamiento y recuperación de información dependen de la integración de estas funciones en ambos hemisferios. Aún más, la complementariedad se encuentra tan radicada en su naturaleza que en los casos de atrofia congénita de un hemisferio, el otro trata de realizar el trabajo de los dos, y -según Sperry- al cortar el cuerpo calloso (impidiendo, con ello, el paso de información de uno a otro), cada hemisferio opera de manera independiente como si fuera un cerebro completo, pero, evidentemente, en forma menos eficiente aun en la realización de sus propias funciones específicas. Como señala el eminente neurólogo y Premio Nóbel Ramón y Cajal, "es imposible entender el plan arquitectónico del cerebro si uno no admite, como principio guía de este plan, la unidad de percepción" (Ornstein, 1973, p. 117-8).
Este hecho tiene, como veremos más adelante, incalculables implicaciones para el fomento y programación de actividades creadoras y para la promoción del autoaprendizaje.
Ya los psicólogos de la escuela de Würzburg descubrieron asombrados, desde principios de siglo, que en el estudio de un problema el proceso determinante de la solución se desarrollaba al margen de la conciencia. Las personas sometidas a los experimentos nunca podían indicar cómo obtenían la solución. En efecto, nadie tiene conciencia clara de cómo escoge, a partir de millones de posibilidades, y de cómo termina adivinando.
En cierta ocasión, Einstein afirmó que los científicos son como los detectives que se afanan por seguir la pista de un misterio, pero que los científicos creativos deben cometer su propio "delito" y también llevar a cabo la investigación. Einstein, como otros científicos eminentes, sabía esto por experiencia propia. Ellos, ante todo, habían cometido el "delito" de pensar y creer en algo que iba en contra del pensamiento "normal" y corriente de los intelectuales y de lo aceptado por la comunidad científica; algo que desafiaba las normas de un proceder "racional" e, incluso, de la misma lógica consagrada por el uso de siglos; algo que solamente se apoyaba en su intuición. La osadía intelectual siempre ha sido un rasgo distintivo de las personas creadoras; incluso más que el mismo C.I. Es perfectamente posible -señala Popper- que un gigante intelectual como Einstein, posea un C.I. comparativamente bajo, y que, entre las personas con un C.I. excepcionalmente alto, sean raros los talentos creativos (1980, p. 139).
5. Dinámica del Proceso Creador.
Al entrar en la dinámica del proceso creador, aspecto central de nuestro tema, conviene señalar, en honor a la clarificación y precisión de conceptos, tres hechos que, sin temor a exagerar, pudiéramos concretar en las siguientes expresiones: 1) la formación del pensamiento crítico y el desarrollo de la creatividad son los objetivos más frecuentes en los planes de estudio a todo nivel; 2) estos objetivos son, paradójicamente, los menos cultivados en forma expresa y, cuando emergen espontáneamente, los más perseguidos, y, 3) esta falta de cultivo y esta persecución se interpretan ordinariamente como un interés en neutralizar individuos revolucionarios, anárquicos o desestabilizadores del sistema y nunca como lo que realmente son, una afirmación de la personalidad inmadura o incapaz del docente, o de los intereses de los directivos.
El proceso creador, en acción, sigue una dinámica constituida por varias etapas o pasos, cuya naturaleza y secuencia podemos ordenar integrando una gran variedad de aportes de las diferentes neurociencias.
5.1 Motivación inicial. En primer lugar, debe existir una motivación o interés específico centrado en un área determinada, que tiene un gran significado intelectual o emocional para nosotros. Solamente así, la mente inicia la tarea de buscar y recuperar recuerdos, palabras, expresiones, ideas, sucesos, imágenes, melodías, etc., sondeando y escudriñando activamente los dispositivos modulares abiertos o semiabiertos para integrar su contenido en un recuerdo reconocible, rico en significación personal.
5.2 Exploración del contenido de los módulos abiertos. En esta actividad, la mente actúa remota y lentamente, sin potencia coercitiva, sobre una amplia extensión de módulos de la corteza cerebral, en los cuales está codificada la información: aunque necesita aproximadamente sólo un milisegundo la transmisión de una neurona a otra, la mente autoconsciente emplea, sin embargo, unos 800 milisegundos para ejecutar una orden. Este tiempo, relativamente largo, de incubación lo emplea en sondear la disposición y contenido de los módulos abiertos o que tengan cierto grado de apertura, es decir, que sintonizan con sus intereses actuales; pero, a través de su acción sobre los módulos abiertos, puede influir sobre los cerrados que tengan cierta semejanza de contenido, y al actuar sobre todos estos módulos del hemisferio izquierdo, consciente, puede sondear también el contenido de los módulos del derecho, inconsciente, e incorporar e integrar su riqueza y significación propia. Le es posible realizar esta acción a través de las fibras del cuerpo calloso que conectan las áreas simétricas de ambos hemisferios, y por el efecto de reverberación que existe entre los módulos de ambos hemisferios que tienen cntenidos relacionados. Así, la mente autoconsciente, en fracciones de segundo, puede sondear cientos de miles de unidades independientes y sintetizar su gran diversidad haciendo de ella una unidad de experiencia consciente.
5.3 Papel activo de la mente autoconsciente. En nuestro cerebro existe una especie de división en jerarquías de controles: los resultados de primer orden o nivel son revisados críticamente por la mente autoconsciente, es decir, la mente consciente de sí, autorreflexiva, y, así, se forma un segundo orden, como sucede cuando el yo observa las ilusiones ópticas y se hace críticamente consciente de que "tiene" una ilusión y de que debe superarla, o cuando reconoce que un nombre o un número no es correcto y ordena un nuevo proceso de recuerdo, etc. De esta manera, en un sistema abierto de sistemas abiertos, como es el cerebro humano, el yo se va ubicando y conserva siempre la mayor altura en esta jerarquía de control, es decir, la mente autoconsciente tiene una función maestra, superior, interpretativa y controladora, en su relación con el cerebro, ya que acepta o rechaza, usa o modifica, valora y evalúa los contenidos que le ofrece el cerebro de relación. Popper dice que "el yo, en cierto sentido, toca el cerebro del mismo modo que un pianista toca el piano o que un conductor acciona los mandos de su coche" (1980, p. 557).
Al tratar de recuperar el recuerdo o la información que nos interesa en un momento determinado, la mente autoconsciente sondea ensayando todo tipo de estrategias. Es un proceso activo y extremadamente complejo. Para que la mente trabaje eficientemente con el cerebro e interactúe con él, precisa una buena dosis de aprendizaje intenso, que se concreta en el uso eficaz del lenguaje, expresando las ideas con palabras y oraciones adecuadas, comprobando hacia atrás y hacia adelante, avanzando y retrocediendo, evaluando y juzgando.
Teniendo presente cuál es nuestra atención, elección e interés, y usando estos tópicos como claves en su operación, la mente puede hacer una selección de lo que le ofrece el cerebro de relación (módulos explorados) y mezclar los resultados de muchas áreas diferentes formando una unidad integrada de experiencia consciente; es decir, la mente autoconsciente desempeña el papel principal de acción en la búsqueda, selección, descubrimiento, organización e integración de contenidos. No hay un proceso mecánico simple de la mente autoconsciente; no se accionan sencillamente algunas claves y se obtiene un mensaje, se oprime una tecla y se obtiene una respuesta inmediata y última, tal como ocurriría con la memoria o casillero de una computadora; "las cosas son infinitamente más complicadas" -dice Eccles. En la generación de oraciones, por ejemplo, se produce un continuo modelado y modificación oscilando hacia adelante y hacia atrás y aproximándose, en un juego continuo de interacción, desarrollado entre la mente autoconsciente, por un lado, y los centros cerebrales superiores, por el otro. El trabajo, por ejemplo, de una neurona inhibitoria, en este contexto, es similar al de un escultor que corta y descarta partes de la piedra a fin de formar una estatua. Esta dinámica y actividad de la mente autoconsciente supera ampliamente las explicaciones y teorías que asignan a la mente un carácter de "espectador pasivo" ante las reacciones del cerebro.
El nivel de complejidad que se da en la interacción entre la parte consciente y la inconsciente es muy alto. Cuando nuestra mente está libre de mecanismos defensivos, cuando actúa espontáneamente, cuando observa y ausculta todas las reacciones de su propio cerebro, dispone de un cúmulo intenso de datos que procesa, a veces inconscientemente, y genera conclusiones que se le presentan como intuiciones. Esta "sabiduría del organismo" nos proporciona juicios que pueden ser más sabios que el pensamiento consciente, tomado en sí mismo, ya que el carácter racional del hombre le lleva, quizá, a negarse a sí mismo y a desconocer aquella parte que se le presenta con una aparente incoherencia o como amenazadora. A veces, hay un auténtico antagonismo entre las tendencias excesivamente racionalistas y la intuición; pareciera como si la dialéctica, o el diálogo, entre los dos hemisferios cerebrales, derecho e izquierdo, todavía no hubiera terminado.
5.4 Interacción en el sistema cognitivo-afectivo. De una importancia capital es la relación entre el sistema límbico o lóbulo límbico y el neocórtex prefrontal, es decir, entre el sistema emotivo y el cognitivo, unidos a través de una gran red de canales de circulación en ambas direcciones. El sistema límbico abarca un ensamblaje extremadamente complejo de estructuras, cuya plena comprensión, tanto estructural como funcional, no ha sido aún alcanzada. Sabemos, sin embargo, muy bien que el sistema límbico da un colorido emocional cambiando en gran medida las percepciones conscientes y, viceversa, que, mediante la corteza prefrontal (sistema consciente), el sujeto ejerce una influencia de control sobre las emociones generadas por el sistema límbico. Es más, hoy día se avanzan teorías que los consideran como un solo sistema, la estructura emocional-cognitiva, ya que hay vías de complicada circulación que van desde las entradas sensoriales al sistema límbico y luego, de ahí, al lóbulo prefrontal, regresando de nuevo al sistema límbico y, posteriormente, una vez más, al lóbulo prefrontal.
Nauta (1971), un gran estudioso de la relación entre los sistemas prefrontal y límbico, señala que el estado interno del organismo (hambre, sed, miedo, rabia, placer, sexo, etc.) se indica a los lóbulos prefrontales desde el hipotálamo, los núcleos septales, el hipocampo, la amígdala y demás componentes del sistema límbico, a través de una gran red de vías y circuitos que llevan intenso tráfico de información; el córtex prefrontal sintetiza toda esta información emotiva, sentimental y apetitiva y traza, luego, una guía adecuada de conducta. De esta manera, los estados afectivos adquieren una importancia extraordinaria, ya que pueden inhibir, distorsionar, excitar o regular los procesos cognoscitivos, conclusión ésta que deberá cambiar muchas prácticas antieducativas, que no se preocupan de crear el clima o atmósfera afectivos necesarios para facilitar los procesos de aprendizaje y el fomento y desarrollo de la creatividad.
5.5 Influencia del pasado y vivencia del eureka. Nuestra mente autoconsciente puede buscar en la memoria los datos e ideas apropiados para la solución de un problema y luego relacionarlos, pero esto casi siempre lo hace comparando el planteamiento del problema con nuestra estructura cognoscitiva previa, la cual activa las ideas antecedentes pertinentes y las soluciones dadas a problemas anteriores parecidos que, a su vez, son reorganizadas y transformadas en forma de proposiciones de solución al nuevo problema que se plantea. Ahora bien, cuando la solución del problema exige relaciones o estructuras novedosas u originales, la mente consciente fácilmente fuerza las cosas en la dirección errónea, en la dirección de lo conocido, de lo viejo, de lo ya sabido, es decir, nos lleva por un camino estéril. Sin embargo, este esfuerzo no es inútil, al revés, puede ser muy provechoso, pues selecciona muchas ideas pertinentes que, de alguna manera, pueden tener conexión con el problema. Estas ideas, cuando la mente consciente deja de forzarlas en una determinada dirección, se unen entre sí y con otras pertinentes y adecuadas que ellas movilizan por un proceso inconsciente y de acuerdo a su propia naturaleza; no es que se enlacen al azar, pues el azar no es creativo. La unión de estas ideas por sus características y naturaleza y a un nivel preconsciente o subliminal, da como resultado el hallazgo, la invención o el descubrimiento creativos. Pudiéramos decir que un conocimiento que ya existe, pero en forma inconsciente, se hace consciente a través de la "intuición". No de otra manera se podrían explicar los hechos que hacen ver que esos resultados aparecen durante momentos de reposo, pero, ordinariamente, después de un trabajo mental duro y laborioso sobre los mismos y tras repetidos rechazos insatisfactorios.
Ya Helmholtz, a fines del siglo pasado, identificó tres etapas en su trabajo creativo: 1) una investigación inicial llevada adelante hasta que le era imposible seguir; 2) un período de reposo y recuperación, y, 3) la ocurrencia de una solución repentina e inesperada (Arieti, 1976, p. 268).
También Poincaré, tratando de explicar el proceso que le llevó a sus múltiples descubrimientos, avanza dos hipótesis. En la primera enfatiza la cualidad estética de la combinación: la mente, como un siervo educado, dejaría pasar por la entrada de la conciencia sólo aquellas combinaciones que llaman la atención por su belleza y elegancia. La segunda asume que durante el trabajo preparatorio la mente no pone en acción todas las ideas posibles, sino solamente aquellas que tienen algo que ver con el objeto de estudio (ibídem, p. 269).
El campo de la electroencefalografía ha venido a demostrar, con sus muchas investigaciones al respecto, que cuando se realiza una baja en la frecuencia de las ondas del cerebro (ondas o ritmo alfa y theta: de 10 ó 5 ciclos por segundo, respectivamente, y unos 50 microvoltios en promedio) a través de la relajación, se da una mayor sincronía entre las diversas partes del cerebro y aumenta considerablemente la actividad de los procesos preconscientes. Los grandes descubrimientos y creaciones científicas se efectuaron precisamente en estas condiciones, es decir, cuando sus autores se encontraban relajados físicamente, con los ojos cerrados, tranquilos y en actitud de ensueño (Arquímedes, Newton, Darwin, Poincaré, etc.).
Toda la historia de los descubrimientos científicos, como la de las creaciones artísticas, está llena de anécdotas que hacen ver que el proceso creativo se da como "entre bastidores", pero siempre después que la mente consciente ha luchado con el problema, lo ha intentado todo y lo deja, alejándose del mismo.
Cuando analizamos el contexto en que se da la verdadera intuición, constatamos que no es una simple conjetura y, menos aún, el resultado de un acertijo o de intentos por ensayo y error. La verdadera intuición es una visión intelectual de una relación, que puede ser el significado, alcance o estructura de un problema o situación; es espontánea, íntima, inesperada, instantánea, intensamente clara (tal como si esta idea o verdad se tuviera a la vista) y no ocurre por vía de razonamiento; simplemante, uno es "arrastrado" hacia la nueva verdad. Y estos fuertes sentimientos de convicción, de la vivencia del eureka, son -según MacLean (1978)- , en gran parte, generados por una tormenta que desencadena el sistema límbico, es decir, que tienen una gran componente emotiva.
5.6 Lógica implícita de la intuición. Una pregunta muy pertinente a este respecto es la siguiente: ¿existe lógica en el proceso preconsciente que culmina con la intuición novedosa? Frecuentemente se identifica una intuición -especialmente cuando la verdad de su contenido no puede demostrarse de inmediato- como algo irracional, y a quien cree en ella se le considera falto de lógica, de razón y, también, anticientífico. Los mayores genios de la historia tuvieron que soportar esto, a veces, durante toda su vida.
Hace mucho tiempo Pascal dijo una frase que se ha hecho famosa: "el corazón tiene razones que la razón no conoce". No es al corazón físico a lo que se refiere Pascal, y ni siquiera a los sentimientos, sino a la función cognoscitiva de la intuición, que es capaz de sintetizar y aprehender la totalidad de una realidad o situación dada. Desde luego, la intuición no es infalible. Ningún conocimiento humano lo es. Pero el proceso intuitivo, que se desarrolla más allá del umbral de la conciencia, puede seguir una lógica implícita, imposible de captar a nivel consciente, debido a la complejidad y rapidez de las relaciones que están en juego. Esta posición sobre la lógica implícita es sotenida por autores como Polanyi (1969), Kuhn (1978), Weimer (1979) y, sobre todo, por Henri Poincaré quien, después de sus descubrimientos matemáticos y astronómicos, refiriéndose al proceso inconsciente de las intuiciones que le llevaron a esos hallazgos, afirma: "el yo subliminal no es en forma alguna inferior al yo consciente; no es meramente automático, es capaz de discernimiento; tiene tacto y delicadeza; sabe cómo elegir y adivinar... Conoce cómo adivinar mejor que el yo consciente, ya que tiene éxito donde éste ha fracasado. En una palabra, ¿no es el yo subliminal superior al yo consciente?" (1978, pág. 84).
5.7 Armonía entre las diferentes partes del cerebro. Quizá, la falla mayor de nuestra educación haya consistido en cultivar, básicamente, un solo hemisferio, el izquierdo, y sus funciones racionales conscientes, descuidando la intuición y las funciones holistas y gestálticas del derecho, e, igualmente, marginando la componente emotiva y afectiva y su importancia en el contexto general. Así, mientras en un nivel llevamos una existencia que parece racional y cuerda, en otro nivel estamos viviendo una existencia rabiosa, competitiva, miedosa y destructiva. La armonía entre las tres partes del cerebro, entre las tres estructuras fundamentales -hemisferio izquierdo, derecho y sistema límbico- , su equilibrio y sabia orquestación deberá ser un objetivo fundamental de nuestra educación moderna.
La serenidad y paz emocional es indispensable para que los engramas y módulos se abran a la búsqueda inquisitiva de la mente autoconsciente, incluso para que puedan enfrentar el riesgo y el temor al fracaso. En condiciones normales, el porcentaje de eficiencia del cerebro corriente de muchos adultos no supera el 5% de sus posibilidades, cuando en condiciones óptimas, como las que popician algunos métodos de orquestación ideal, pueden aumentar hasta 5 veces el rendimiento normal.
5.8 El yo crea su cerebro. Hay, además, otro aspecto de extremada significación y trascendencia, y es el que se deriva de la función activa de la mente autoconsciente, la cual es capaz de provocar cambios en los acontecimientos neuronales, formando y creando, así, su propio cerebro.
"Cuando el pensamiento -dice Eccles- lleva a la acción, como neurólogo, me veo obligado a conjeturar que, de algún modo, mi pensamiento cambia los patrones operativos de las actividades neuronales de mi cerebro. Así, pues, el pensamiento acaba por controlar las descargas de impulsos de las células piramidales de mi corteza cerebral, y finalmente las contracciones de mis músculos y los patrones de conducta que se derivan de ahí" (1980, pág. 318).
La conclusión a que llegan tanto Popper como Eccles es que la actuación de la personalidad y del yo van formando y estructurando el cerebro y que, por ello, "está muy claro que nuestro cerebro es, al menos en parte, el producto de nuestra mente" (pág. 534). Esta razón es la que los llevó a cambiar el título de su obra "El Yo y el Cerebro", por el de "El Yo y su Cerebro". Y hacen ver que aunque el yo y la mente consciente tienen una base física que parece centrarse en el cerebro, son algo muy distinto de cualquier otra realidad existente o del mismo cerebro, lo cual se demuestra por el hecho de que "podemos perder partes considerables del cerebro sin que ello interfiera con nuestra personalidad" (1980, p. 130).
Una posición, más o menos similar, había sostenido también Sperry (1969b):
"En este esquema -dice él- se considera que los fenómenos conscientes interactúan con los aspectos fisicoquímicos y fisiológicos del cerebro, gobernándolos en gran medida. Obviamente, también se produce la relación inversa, por lo que se concibe una interacción mutua entre las propiedades fisiológicas y mentales. Aun así, la interpretación presente tendería a restaurar a la mente en su vieja posición prestigiosa sobre la materia, en el sentido de que los fenómenos mentales trascienden claramente los fenómenos de la fisiología y de la bioquímica".
6. Conclusiones y Aplicaciones
La comprensión y el esclarecimiento de un área determinada del saber siempre repercute benéficamente en muchas otras. Podemos preguntarnos qué implicaciones trae lo expuesto hasta aquí para la promoción y cultivo del talento creador.
6.1. Los sabios de la antigüedad solían dar a sus consultantes una respuesta o profecía ambigua, que producía el efecto de obligarle a mirar hacia sus adentros, a consultar sus propias intuiciones y sabiduría, a replantearse la situación, a volver a considerar sus planes y a pensar nuevas posibilidades. En todo esto había una creencia: que la información para la respuesta y solución adecuada de nuestros problemas está, por lo menos en gran parte, dentro de nosotros mismos y que allí hay que buscarla.
6.2. Se ha demostrado en forma cada vez más clara que cuanto más creemos en las habilidades de nuestra mente, cuanto más la utilizamos y tenemos fe en ella, mejor trabaja. En efecto, parece que el mayor obstáculo que se opone a la expansión y uso de la mente intuitivo-creativa, lo que más inhibe su capacidad y dinamismo, es la falta de fe en nosotros mismos, ya que una gran confianza en uno mismo y en la propia capacidad elimina ciertos constreñimientos mentales que imposibilitan, a nivel neurofisilógico cerebral de los engramas, el flujo de ideas y sus relaciones.
6.3. Son muchos los autores e investigadores que han demostrado que la falta de desarrollo estructural lleva luego a una incapacidad funcional. Sperry lo especifica en los siguientes términos: "muchos elementos internos de nuestro cerebro se activan solamente con operaciones muy específicas y, si estas actividades no se realizan -de una manera particular durante las etapas del desarrollo cuando las neuronas y sus sinapsis dependen mucho del uso- las neuronas involucradas pueden sufrir un proceso regresivo, dejando profundas deficiencias funcionales en su maquinaria integradora" (Bogen, 1976). Esto explicaría tantos hechos y constataciones de "desventajas culturales", es decir, de personas cuyas potencialidades han quedado sin desarrollar por falta de una "escolaridad apropiada".
6.4. Una actividad básicamente inhibidora es la evaluación escolar, de acuerdo a como se practica en la gran mayoría de nuestros centros educacionales. Es antihumano el forzar hacia un conformismo, el mutilar el pensamiento divergente, el sancionar la discrepancia aunque sea razonada, el no aceptar la oposición aunque sea lógica, el no tolerar la crítica aunque sea fundada. Todo esto se lleva a cabo, de hecho, y en la forma más natural e impune, en todos nuestros sistemas "educativos", y lo peor es que se realiza inhibiendo o coartando potencialidades, iniciativas e impulsos del ser humano que lo proyectan mucho más allá de los cauces y metas que se le han preprogramado desde afuera.
6.5. En los últimos tiempos se ha denunciado frecuentemente (Kuhn, 1978; Polanyi, 1969; Feyerabend, 1975, 1978; Weimer, 1979; Maslow, 1982) el nivel de asfixia y sofocación de la creatividad y la esterilidad intelectual que produce en los medios académicos la imposición de una normativa metodológica que todo lo reduce a caminar por donde ya se caminó, a explorar como antes se exploró, a pensar como antes de pensó y, en resumidas cuentas, a no hacer nada que antes no se haya hecho, cortándole, de esta manera, las alas y el vuelo a la mejor imaginación creadora y al pensamiento más original y productivo.
6.6. La naturaleza de los procesos preconscientes que hemos analizado requiere, como condición indispensable, que se renuncie -por lo menos temporalmente- al único orden aparente, a la única lógica siempre usada, a la única racionalidad siempre aceptada, y que se dé cierta entrada a lo que inicialmente puede presentarse como aparente desorden, caos y sinsentido, porque muy bien puede haber, en ese campo desconocido que se investiga, otro tipo de orden, otra clase de lógica y otra forma de racionalidad que no pueden entrar totalmente en los esquemas anteriores. En fin de cuentas, lo nuevo y original puede serlo en muchos aspectos, en muchas formas y a muchos niveles.
6.7. Finalmente, conviene enfatizar que los procesos creativos, como el pensamiento original y productivo, no son acciones aisladas en las personas, sino que impregnan toda la personalidad; es decir, que no son algo que se toma o se deja, que se entrega o se adquiere en un momento, como en un "taller de creatividad", en una "semana de la creatividad" y cosas por el estilo. La verdadera creatvidad la favorece y la propicia un clima permanente de libertad mental, una atmósfera general, integral y global que propicia, estimula, promueve y valora el pensamiento divergente y autónomo, la discrepancia razonada, la oposición lógica, la crítica fundada. Como podremos constatar, todo esto es algo que se proclama mucho de palabra, pero que se sanciona, de hecho, en todos los niveles de nuestras instituciones "educativas". Siempre es peligroso defender una opinión diverge. Los representantes del status toman sus precauciones contra esos "fastidiosos perturbadores del orden", contra esos "desestabilizadores del sistema". Por esto, no resulta nada fácil forjarse una opinión propia. Ello exige osadía intelectual, esfuerzo y valentía, y una personalidad muy segura, independiente y auténticamente madura. Todos los innovadores, por muy beneméritos que los consideren después las generaciones posteriores, han tenido que pargar por ello. Así le ocurrió a Copérnico, a Galileo, a Newton, a Darwin, a Freud, a Einstein, a Max Planck y a muchos otros, tanto en el campo de las ciencias como en el de las Humanidades y las Artes.