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sábado, 30 de agosto de 2008

Citas sobre Liderazgo

Sabiendo cómo funcionan las polaridades, el líder sabio no empuja para que las cosas ocurran, sino, permite que el proceso se despliegue por sí mismo.
El líder enseña más por el ejemplo, que predicando a los demás como deberían ser.
El líder sabe que las constantes intervenciones bloquean el proceso del grupo. El líder no insiste para que las cosas salgan de una manera determinada.
El líder sabio no busca ni mucho dinero ni mucha alabanza. Sin embargo, halla bastante de ambas.
El líder sabio no hace despliegues de santidad ni otorga títulos de buena conducta. Ello crearía un clima de éxitos y fracasos. Lo cual origina competencias y envidias.
Lo mismo ocurre al enfatizar el éxito material: aquellos que tienen mucho se ponen codiciosas, y aquellos que tienen poco se hacen ladrones
El líder sabio presta cuidadosa atención a toda conducta. Así el grupo se abre a más y más posibilidades de conducta. La gente aprende mucho cuando está abierta a todo y no sale a imaginar lo que agrada al maestro.
La ley natural es ciega, es la justicia imparcial. Las consecuencias de la propia conducta son ineludibles. Ser humano no es excusa.
El líder sabio no pretende proteger a la gente de sí misma.
La luz consciente brilla igual sobre lo agradable que sobre lo desagradable.
El silencio es una gran fuente de fuerza.
Considera al líder: el líder labora en cualquiera situación sin quejarse, con cualquiera persona o tema que se le presenta; el líder actúa de manera que todos se beneficien y sirve bien sin cuidarse del salario; el líder habla sencilla y honestamente e interviene para arrojar luz y crear armonía.
Un buen grupo es mejor que un grupo espectacular.
Cuando los líderes se convierten en superestrellas, el maestro apaga su enseñanza.
El líder sabio se instala a trabajar bien y luego dejo que otras ocupen el sitio.
El líder no arrebata éxitos porque no necesita de la fama,
Aprende a mandar como quien imparte un alimenta.
Aprende a mandar sin ser posesivo
Aprende a ayudar sin que se note
Aprende a mandar sin coercer.
En un grupo, los dramas interminables nublan la conciencia.
El exceso de ruido abruma los sentidos.
La continua información obscurece la genuina lucidez interior.
No sustituyas el aprendizaje por el sensacionalismo.
Otórgale tiempo a la reflexión silenciosa. Vuélvete hacia tu interior y digiere cuanto ha ocurrido. Permite que los sentidos descansen y se aquieten.
Si mides el éxito en términos de alabanza y crítica, tu ansiedad no conocerá límites.
Tener una buena reputación o llegar a ser reconocido por tu trabajo puede ser un obstáculo para tu mayor desarrollo.
La fama te pesará tanto como el atinado afecto que sientas por ti mismo.
¿Cuál, es el problema de la alabanza y la crítica?
Si el grupo aplaude algo que has hecho, y entonces te sientes bien, te preocuparás si no te aplauden con igual entusiasmo la próxima vez.
Si el grupo se pone crítico, si discute o se queja, te sentirás herido.
De una u otra manera, estás ansioso y dependiente.
¿Cómo puede una buena reputación ser un obstáculo?
Una buena reputación surge naturalmente de hacer bien un trabajo. Pero si te apegas a tu reputación, si tratas de preservarla, perderás la libertad y la honestidad necesarias para tu mayor desarrollo.
El líder sabio no interviene innecesariamente. Se siente la presencia del líder, pero a menudo el grupo avanza por su cuenta.
Los líderes más débiles hacen mucho, dicen mucho, tienen seguidores, y crean cultos.
Otros, peores aún, usan el miedo para estimular al grupo y la fuerza para vencer sus resistencias.
Los peores de todos los líderes tienen mala reputación.
Recuerda que tu deber es facilitar el proceso de otros. No el tuyo. No te entrometas. No controles. No impongas tus propias necesidades y convicciones a los demás.
Si no confías en el proceso de otro, el no confiará en ti.
Imagina que eres una partera; estás asistiendo el nacimiento del otro. Haz bien tu trabajo, sin presunciones ni teatralidades. Facilita el curso de la que está ocurriendo y no la que tú crees que debería estar ocurriendo. Si tienes que tomar la iniciativa, dirige la acción de manera que la madre reciba ayuda, pero sin que pierda su libertad y responsabilidad.
Al nacer el niño, la madre podrá exclamar con razón: Lo hicimos entre el niño y yo
No hay maestro que te pueda hacer feliz, próspero, saludable o poderoso. No hay reglas ni técnicas para inculcar estas cualidades.
Nuestra labor consiste en facilitar procesos y aclarar conflictos.
Cuando me desprendo de lo que soy, llego a ser lo que podría ser.
Cuando me desprendo de lo que tengo, reciba lo que necesito.
El líder sabio habla rara vez y poco.
Después de todo, no hay flujos naturales que sigan y sigan. Llueve y luego para. Truena y luego para
El líder enseña más con su ser, que con su hacer. La calidad dé su silencio tiene más contenido que los largas discursos.
Tratar con demasiado esfuerzo produce resultados inesperados:
El brillante líder carece de estabilidad.
Quién se apura no llega.
Quién trata de brillar no ilumina.
Líder que se promueve, líder inseguro.
Líder que se cree líder, líder impotente.
Líder que se muestra santo, líder que no es santo.
¿Quieres fama? La fama complicará tu vida y comprometerá la simplicidad de tu ir y venir.
¿Quieres dinero? El esfuerzo por adquirirlo te robará la vida.
El líder que ve claro, ilumina a los demás.
Un grupo bien llevado no es una batalla de egos. Por supuesto que habrá conflictos, pero estas energías se convierten en fuerzas creativas,
Dar una opinión, no arroja luz sobre lo que está ocurriendo. El deseo de tener la razón ciega a la gente.
El líder sabio sabe que es mucho más importante estar satisfecho con lo que está ocurriendo que enfadarse por lo que debería ocurrir y no ocurre,
El líder no impone al grupo su programa personal o su sistema de valores.
Si tu vida funciona, influenciarás a tu familia.
Si tu familia funciona, tu familia influenciará a la comunidad.
Si tu comunidad funciona, tu comunidad influenciará al país.
Si tu país funciona, tu país influenciará al mundo.
La palabrería confusa es un signo seguro del líder que no sabe qué está ocurriendo.
El líder no puede ser seducido por ofrecimientos ni amenazas. El dinero, el amor, la fama, perdidas o ganadas, no mueven al líder de su centro.
La integridad del líder no es idealista, sino que descansa en un conocimiento pragmático de cómo funcionen las cosas.
Tu labor consiste en facilitar e iluminar lo que está ocurriendo. Las interrupciones, por brillantes que sean, crean una dependencia del líder.
Mientras menos reglas, mejor. Las reglas disminuyen la libertad y la responsabilidad.
Imponer reglas es coercitivo y manipulativo, lo cual merma la espontaneidad y consume la energía del grupo.
El proceso del grupo se desarrolla naturalmente. Se regula a sí mismo.
Los esfuerzos por controlar un proceso casi siempre fallan. 0 detienen el proceso o lo hacen caótico.
Aprender a confiar en lo que está ocurriendo. Si hay silencio, déjala aumentar; algo surgirá. Si hay tormenta, déjala rugir, se calmará.
¿Está descontento el grupo? No podrás contentarlo. Y si pudieras, tu esfuerzo lo privarías de una lucha creativa.
Por ejemplo, facilitar la que ocurre es más potente que empujar por lo que tú quieres que ocurre.
Demostrar una conducta es más potente, que imponer una moralidad.
La posición imparcial es más potente que el prejuicio.
La lucidez estimula a la gente, pero el brillo excesivo la inhibe.
La conciencia, el estado de alerta, son pues, tu fuente de habilidad
Aprende a aumentar cada vez más tu conciencia