lunes, 19 de noviembre de 2007

Los hábitos


Un aspecto de la motivación que es difícil de sobreestimar es el hábito. Cuando hablamos sobre necesidades físicas, por ejemplo, a menudo hablamos sobre homeostasis: como un termostato que controla un horno, comemos cuando estamos bajos de nutrientes, y paramos de comer cuando tenemos suficiente.

Lo mismo puede aplicarse a los fenómenos psicológicos: cuando nuestro entendimiento de las cosas es escaso y fallamos al anticiparnos, tratamos de mejorar nuestro conocimiento; una vez que comprendemos algo, y nuestras anticipaciones den en el blanco, estaremos satisfechos. De hecho, casi parecería que pasamos nuestras vidas tratando de estar inconscientes. Después de todo, sentimos angustia cuando las cosas van mal y deseo placer cuando las cosas mejorar, pero ninguna de las dos cosas cuando todo va correctamente.

Los hábitos son cosas que son tan minuciosamente aprendidas, que funcionan tan suavemente, con tan poca angustia o deseo, que son inconscientes.

Cuando los hábitos se refieren a comportamientos sociales, los llamamos rituales. Las coronaciones, bodas, ceremonias, funerales, hacer cola, tomar turnos al hablar, decir “hola, ¿como estas? “ (quieras saberlo o no), todo son ejemplos de rituales.
También hay siempre formas de pensar y percibir que son tan minuciosamente aprendidas que tendemos a no ser conscientes de ellas: actitudes, conjuntos mentales, normas, prejuicios, defensas, etc.

La clave para identificar hábitos y rituales es que los actos son esencialmente no emocionales e inconscientes. Ducharnos, por ejemplo: lo raro es que te lavas más o menos de la misma forma cada día, como i estuvieses jugando un juego de ordenador. Objetarás que las cosas que rodea a los hábitos o rituales pueden ser emocionales (por ejemplo, un funeral), pero las cosas que se hacen también se hacen casi automáticamente – como conducir un coche – hasta que las cosas van mal.

Cuando esto pasa, experimentas algún tipo de angustia. Ve y dile a alguien que pregunta "¿como estás?" todo sobre como realmente te sientes. O quédate de forma errónea en un ascensor. O interrumpe el flujo suave de un restaurante (por ejemplo, tomando nota de los pedidos “para ayudar”). Esto es llamado “Garfinkling” (en inglés) por Harold Garfinkle, que lo inventó. Esto revelará reglas de comportamiento que están tan ritualizadas que hemos olvidado que existen.

De cualquier forma, mantener las cosas tal como están, manteniendo la ley y orden social, es una motivación extremadamente poderosa. En su forma más positiva, es nuestro deseo de paz y satisfacción. En su forma más negativa, está nuestra resistencia a nada nuevo o diferente.

DOLORES PUENTES PARRAS Tel: 807505400 Ext 4006

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